Ya era otro día, otro día en que Daniel no aparecía por ningún lado, Jihyo estaba realmente preocupada por el, aunque la mayoría del tiempo no quería verlo en absoluto, seguía preocupándose por el.
Daniel nunca había desaparecido tanto tiempo, parecía raro ya que no se imaginaba que podía estar haciendo, o bueno si, seguramente bebiendo alcohol, y quién sabe que cosas más.
Jihyo se dispuso a ponerse presentable para ir a su nuevo trabajo, bien dicen que las primeras impresiones son las más importantes. Se puso el único jean que no estaba roto y una camisa muy sencilla, mientras que a la pequeña Haewon le puso un vestido floreado rojo.
Cuando fue a buscar trabajo y terminó en la empresa de Minatozaki, cuando le comentó su situación a Yoo, esta le propuso inscribir a la niña en la escuela donde trabaja su esposa, pues ahí también hay una pequeña guardería. Jihyo lo pensó un buen rato, no tenía para pagar una guardería, pero, luego aceptó, ya que Jeongyeon prometió hacerse cargo de los gastos que esta pudiera tener en la escuela.
Jihyo estaba feliz, feliz porque por fin le habían dado un trabajo, feliz porque podría dejar a su pequeña en buenas manos.
Park se presentó al trabajo, junto a su hija, en la entrada, estaba Jeongyeon sosteniendole la mano al que parecía ser un niño mayor que Haewon, esperándola, o bueno, esperando a la pequeña para llevarla a la guardería.
- Buenos días, Jihyo - Le dijo con su sonrisa que la caracterizaba.
- Buenos días, Jeongyeon - la sonrisa de la antes mencionada fue correspondida.- Mira, el es mi hijo, se llama Noah, tiene 5 años - Jihyo lo miró con su sonrisa, el niño era muy lindo, de ojos un poco grandes y su nariz chiquita, era realmente tierno.
- Mucho gusto pequeñín, yo soy Jihyo y ella es Haewon - mencionó señalando a la niña que se encontraba viendo los árboles, no estaba prestando atención a lo que pasaba.
- Bueno Jihyo, cuando vengas a trabajar, siempre estaré esperándote junto a Noah, yo los llevaré a la guardería, no tienes que preocuparte, Haewon está en muy buenas manos - Una sonrisa se formó en el rostro de Park, las palabras de Jeongyeon se escuchaban muy sinceras.
- Muchas gracias, de verdad, gracias también por darme esta oportunidad.
- No hay de que, por cierto, ve hasta la oficina de la señorita Minatozaki, ella es la dueña y jefa, es un poco dura, pero no es mala, así que puedes estar tranquila - le brindó una sonrisa reconfortante que hizo que Jihyo se calmara un poco.
- Oh, de verdad espero que no se comporte mal conmigo, no sé mucho de esto - mencionó con una pizca de miedo en sus palabras.
- Jihyo, puedes estar tranquila, se que este es tu primer trabajo, pero debes confiar en ti, así como yo lo hago, se que podrás, no será fácil pero tampoco imposible - río un poco.
- Ahora, me tengo que ir, si no llegaré tarde y tengo que volver aquí, te veo luego, suerte - se despidió de la menor caminando hacia su auto.
- Bien, ahora debo entrar ahí y demostrar que puedo, yo puedo - se dijo así misma, tenía que trabajar muy duro, todo por su hija. Aunque debía admitir que le habían dado un trabajo muy fácil, solo debía limpiar, llevarle café a su jefa y ayudarla en algunas cosas dentro de la oficina.
Subió las largas escaleras, llegando hasta el último piso, encontrándose con la secretaria, solo pudo preguntar si podía entrar y hablar con Minatozaki, pues esa chica que apenas conocía ya la estaba mirando muy raro.
- Si, puede pasar - dijo sin más, sin ni siquiera dirigirle su mirada. A Jihyo le parecía un poco grosero de su parte, pero no le tomó mucha importancia.
ESTÁS LEYENDO
"Sálvame" [Sahyo]
RomanceMinatozaki Sana, una mujer de nacionalidad Japonesa de carácter un poco duro, dueña de una de las empresas más prestigiosas de Corea, ubicada en Seúl. Park Jihyo, una chica surcoreana muy dulce y tímida que entra a trabajar en la empresa de Minatoza...