¿Cómo diablos renací como el villano? Tweek x Craig (creek)

capitulo 1

Había pasado un mes desde que las chicas asiáticas empezaron a emparejar a Thomas y a Craig. ¿Qué les pasaba? Ni siquiera combinaban. No es que me gustara Craig o algo por el estilo, solo éramos amigos, pero ¿por qué tenían que emparejarlo con otra persona? Y para colmo, crearon un libro donde, ¡adivinen qué, yo soy el villano!

"De repente, Tweek cogió su bandeja de comida y la vació en la cabeza de Thomas"

Relataba el libro en línea. No pude evitar soltar una exclamación de indignación mientras leía. -¡Dios, qué ridículo! Yo jamás haría eso- exclamé frustrado. Me encontraba en mi mesa de estudio, absorto en la lectura del maldito libro en línea que retrataba una versión distorsionada y completamente errónea de mi.

"Fue en ese momento cuando Craig llegó, y Tweek, con la rapidez de un felino, adoptó una expresión de fingida inocencia. Sus ojos bicolor brillaban con malicia, y sin titubear, señalo a Clyde como el culpable de aquel desagradable acto" continuaba el relato del libro en línea. Fruncí el ceño con frustración mientras leía la absurda narrativa. ¡Malditas asiáticas! Mis ojos ni siquiera, eran bicolor ¡eran azules! ¡Que descaro! me ponen como el puto villano de su libro y ni siquiera son capaces de describirme bien.

"¡Oh, Craig, estás aquí!", dijo el Tweek del libro con fingida inocencia. "Le dije a Clyde que no hiciera eso, que dejara a Thomas en paz, pero él insistió en vaciar comida en su cabeza. ¿Estás bien, Thomas?"

-¿Qué?- exclamé en voz alta, dejando escapar un suspiro exasperado. -¡Qué mierda!- La imagen que pintaban de mí en ese libro era tan distorsionada y falsa que apenas podía contener mi indignación.

Después de leer esa ridícula escena del libro, solté un gruñido de frustración y me levanté de mi silla con rapidez. Con una expresión de desagrado, decidí darle una buena patada al aire para desahogar mi ira. Sin embargo, la patada resultó ser demasiado entusiasta, y perdí el equilibrio, resbalando en el suelo y chocando contra la esquina de la cama con un sonido sordo.

-¡Ay, maldición!- exclamé mientras me levantaba tambaleando, una mezcla de dolor y vergüenza se pintada en mi rostro. Me froté el lugar del golpe con gesto adolorido, murmurando entre dientes: -Esto es lo último que me faltaba hoy- Con un suspiro resignado, decidí que tal vez era mejor dejar de leer ese libro por un rato y tomar un descanso antes de continuar con esa absurda lectura.

Me acosté en mi cama, deseando simplemente olvidar toda esta locura. Sin embargo, apenas un segundo después de recostarme, el timbre del departamento sonó con insistencia.

-¡Joder!- exclamé con pesar, lamentando la interrupción ¡mierda justo ahora!. Me levanté de la cama con pesar, preguntándome quién podría estar tocando el timbre a estas horas y de manera tan insistente. Papá y mamá habían dicho que regresarían a medianoche, sin embargo el timbre ya estaba sonando y apenas eran las diez de la noche.

El timbre siguió sonando con persistencia, como si la persona afuera no tuviera intención de irse pronto. -¡Ya voy, ya voy!- exclamé hacia la puerta mientras me dirigía hacia allí.

Al abrir la puerta, me encontré con más de veinte personas en el pasillo del edificio. -Ya tienes diecisiete años, Tweek, ¿no crees que ya estás muy grandecito como para hacerle eso a Thomas?- exclamó un hombre de mediana edad. Su cabello era pelinegro y tenía los ojos azules; era Randy Marsh, el padre de uno de mis compañeros de clase. Dios, qué estúpido.

-Escuche, señor, creo que está equivocado. Yo no le he hecho nada a Thomas, es todo ficción. Nada es real- traté de explicarle la situación, sintiendo cómo la frustración se acumulaba dentro de mí.

-Oh, no me vengas con esa mierda, hermano. Todos aquí sabemos que le haces la vida imposible a Thomas porque te gusta Craig- continuó Randy,  con su tono lleno de acusación.