El chico de cabellera oscura y el rubio hicieron contacto visual por un largo rato,el ambiente era algo tenso e incómodo,pasaron unos cuantos minutos hasta que el chico decidió hablar.
—Ehm...Disculpa,¿Te conozco?—.
Pregunto el chico confundido,Miguel se sintió algo aliviado de que no lo reconociera y a la vez sintió algo de fastidió.
—Oh,así que no me recuerdas,cierto no sabes mi nombre,Soy Miguel—.
El chico al frente suyo parecía aun confundido.—Em...Quinto grado?—.
—Ahhh eres el griton del curso!—.
Respondió.
—Si..."El Griton"—.
Dijo Miguel algo incómodo.
—Ejem—.Los dos chicos dirigieron su mirada a la chica—Lindo reencuentro pero recuerden que sigo aquí,porfavor—.
Dijo incómoda la chica.
—Ah Miguel,ella es Shirley una amiga mía —.Dijo Benito señalando la.
—Hola—.
Dijo el rubio en voz baja.
—Hola—.Respondió Shirley —Bien,nosotros ya nos vamos,no es que estemos en un buen lugar para ponernos a charlar y jugar eh—.
Expresó fastidiada.
—Si,yo ya me tengo que ir...Entonces Adiós.Buen día Benito y buen día también para ti Shirley—.
Contesto Incómodo Miguel mientras comenzaba a caminar hacia otra dirección.
Ahora simplemente quería desaparecer de la faz de la tierra,fue demasiado incómodo ese momento,se lamentaba por haber ido hacia ellos,deseaba con toda su alma nunca haber tenido la idea de hablar con ellos y mucho menos salir de casa.
Su andar aumentaba,miraba al suelo,¿que importa si algun zombie lo atacaba? Igualmente no es que tuviese alguna razón grande para seguir,continuo caminando,se sentía aún más agotado que hace unos momentos y se sentía totalmente observado,se puso alerta y tomó el bat que llevaba con el,sentía que en algún momento lo atacarían.
De pronto sintió como lo tomaban del brazo en un movimiento brusco,se altero se dio la vuelta y soltó un golpe,lo único que escucho fue alguien gritándole.
—¡Por dios Miguel calmate! Solo soy yo—.
Miguel miró a quien habría goleado,vio que era el pelirrojo tirado en el suelo.
—¡AY NO PERDÓN,DE VERDAD PERDÓN,PERDONAME!—.
Grito alterado el rubio,estaba preocupado en haberle hecho daño a su amigo.
—Cálmate,estoy bien—.
Se levantó Paul tambaleándose,de verdad ese golpe fue duro.
—¡ENSERIÓ PERDÓOON!—.
—Estoy bien,de verdad,ya baja la voz si no vas a atraerlos y esta bien te perdonó —.
Contesto el pelirrojo.
El rubio no quedó muy bien con esa respuesta pero lo bueno fue que lo perdonó,unos minutos después se tranquilizo.
—Oye...¿Y Damián?—.
—El esta seguramente por unas calles más,se preocupo demasiado por ti cuando vio que no estabas—.
Dijo Paul —Y respecto a eso...En la casa hablamos eh–.
Miguel se estaba arrepintiendo hasta de haber nacido,luego de eso fueron a buscar a Damián por las calles más cercanas,al pasar ya como 5 calles por fin lo encontraron.
El pelinegro al verlo corrió hasta ellos se detuvo en un brusco abrazo de tres casi tirándose al suelo junto a esos dos.
—¡Por Dios donde estabas maldito! No sabes cuanto me preocupe...–.
Hablo Damián luego de separarse de Paul y Miguel.
