TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔

Capítulo 23 · +Midnight.

➤COURTZ ·

Sonreí sobre sus labios, ella hizo lo mismo mientras jugaba con su lengua y se echaba para atrás después que me daba luz. Se me quitaba, aunque no me soltaba del cuello, Nain se reía y me acariciaba el pelo, sus dedos iban a mi barba y jalaban despacio, sin causar dolor alguno.

—Besas tan bien... —jadeó sobre mis labios.

Sus manos fueron sobre mi cara, jalándome con cierta fuerza hacia ella —logrando que nuestros labios se unieran en un beso nuevamente—, un poco desesperada y algo torpe pero, me gustaba.

Yo la apreté por la cintura, llevándola pegada a mi cuerpo mientras que Nain seguía tomándome por la cara y guiándome en un beso que me llevaba a coger un montón de aire y dejarme casi sin oxígeno en mis pulmones —me hacía suspirar muy hondo—, con los ojos cerrados me dejé llevar, ella saboreaba mis labios y yo los suyos, una mezcla de alcohol y marihuana, un sabor dulce quizás del bizcocho de hace rato, sonreí.

—Llevaba tanto tiempo sin sentir algo como esto...

—¿Algo como esto? —murmuré sobre sus labios, ella asintió con los ojos cerrados mientras yo la veía.

—Tanto tiempo sin sentirme así —jadeó.

Una de sus manos bajó por mi abdomen, tocando hasta llegar por debajo de mi ombligo, encontrándose con la correa y el mahón, un chasquido salió de su boca pero no dejó de besarme, al contrario, siguió tocando ahí y consiguió lo que buscaba, levantarlo. Fue que recordé el baile de aquella noche, donde Nain había tomado de más y después no se acordaba de nada.

—Mami, para... Nain, para, para —dije lo más rápido que pude, mentalizándome para poder detenerme porque ya quería hacerle de todo.

—¡¿Qué?! —se quejó bajando sus cejas con molestia, se veía demasiado tierna.

—¿Segura que tú quieres seguir?

Volvió a besarme, casi aventándose contra mi y la cogí con mis brazos, para detenerla nuevamente y mirándola a los ojos, le pregunté;

—¿En verdad tú quieres hacerlo?

—¿No se me nota? —se puso una mano en la cintura y sonreí.

—Mi amor, no quiero que te arrepientas cuando el sol salga.

—Eso no pasará.

—Pasó la noche que te conocí en el club —la miré directo a los ojos, esperando que contraatacara.

—Omar, si no quieres vete de aquí... Yo puedo conseguir a alguien allá afuera que quiera, no me interesa quién sea —apuntó hacia la puerta—. Yo na’ más quiero matar las ganas... Te puedes ir.

Nos quedamos unos segundos mirándonos directo a los ojos, yo en verdad me moría por besarla pero en mi cabeza había un debate ahora mismo, y es que, no quería aprovecharme de ella, no quería que volviera ese rechazo que me tenía al principio, yo quería que ella lo recordara cuando amaneciera y no se arrepintiera del hecho.

—Nain, pídemelo.

—¿Qué te lo pida? —dijo entre risas.