Enfermedad

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Todas las enfermedades empiezan con pérdidas, ya sea perdiendo algo que apreciabas mucho o perdiéndote a ti mismo.

En algún sitio del anillo de la Ira el príncipe Stolas estaba al borde de la muerte por un asesino que fue contratado por su esposa Stella, aquella pistola bendita en verdad que le había causado graves daños, temblaba de miedo y no sabía que hacer para quitarse de la venda de sus ojos y convertir al sicario en piedra, se quedaba sin opciones hasta que de repente sintió una calidez envolverlo.

— Espera... ¿eres tú, Blitz? — reconocería aquel cuerpo tan pequeño — ¿Como supiste que estaba aquí? ¿Y como supiste que estaba secuestrado? — no había respuesta de su amado demonio y la venda de los ojos no le permitía verlo, quería verlo — Escuché un disparo antes, ¿eras tu? Que esta pasando y Striker...

— Lo siento... es solo... todo... perdón por todo... lo siento.... lo siento mucho...

— ¿Porqué te estás disculpando? Soy yo quien lo siente... y estoy realmente bien...

— Te amo...

— ¡Espera! ¿Acabas de decirme te amo? ¡Eso se siente tan, tan bien Blitzy! Si, yo también te amo mucho — a pesar de la situación en la que se encontraba estaba feliz porque después de tanto tiempo su primer amor se le confesó — Vamos, déjame salir de este tropiezo, quiero ver tu cara ahora mis... — hace unos minutos Biltzø lo abrazaba como si no quisiera separarse de él pero ahora ya no lo sentía que estaba pasando — Blitzy, ¿estas bien?

Ojalá no se hubiera quitado esa venda, ojalá hubiera sido más valiente para ponerle un alto a su esposa y a su hermano, porque talvez su querido imp no hubiera salido herido, si se salvo, porque no le importo las heridas en su cuerpo lo cargo y lo llevó a urgencias para que le salvarán la vida, le importaba tanto que no se dejó curar por los enfermeros hasta saber que Blitzø estaba bien, una vida en el infierno sin aquel imp no era vida.

Mientras que en otra parte del Infierno, en el anillo del Orgullo, la depresión de Lucifer lo volvia a consumir, primero empezó a estar deprimido cuando Lilith se alejo de él, la pasaba mal al separarse de su esposa y para distraer su mente o para calmar sus pensamientos tristes empezó hacer muchos patitos de goma, vivía en completa soledad en su enorme mansión, lo único que lo hacía feliz era crear patos y tener a Charlie en su vida. En cambio Lilith los abandonó, sin rastro de culpa, disfrutando estando en el cielo, nunca llamo a Charlie y nunca la vio y Lucifer de un momento a otro lo alejo y lo dejo en una profunda tristeza.

Y luego Alastor su querido Al, el demonio que lo salvo de su depresión le hizo creer en el amor por segunda vez, lo adoraba más que Lilith, lo quería y amaba más que su primera esposa, las cosas con Alastor iban bien, mejor que nunca se sentía más vivo que nunca, cuando se reencontró con Lilith le pidió el divorcio y en verdad creyó que estaba en buenos términos con su primera esposa pero no fue así, fue muy ingenuo cuando encontró a Alastor al borde de la muerte.

Se sintió tan culpable que se vio obligado a romper con Alastor, el demonio de la radio no quería que el rey tomara decisiones por él pero no escucho, cuando se recupero Lucifer abandonó el hotel para regresar a su castillo, en verdad había puesto final a su relación con el Overlord, Charlie al enterarse de quien hirió a Alastor y que su padre rompiera con el demonio, pidió reunirse con su madre para romper su lazo familiar con la mujer que la abandonó, cuando llegó el día mostró una determinación y no vaciló en observarla con una mirada fría, Lilith sintió una estaca en su corazón al oír las palabras de su hija, se excusó diciendo que lo había hecho por ella para que volvieran a ser una familia unida pero Charlie respondió que jamás volverían a ser esa "familia unida" cuando los abandonó y Alastor los salvo a los dos, llenando el vacío que aquella mujer dejó.

♡RadioApple♡ [Suspendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora