"Nada es más temible que el tiempo perdido".
Dentro de la habitación, Jezebel y Joans se enfrentaban el uno al otro, rodeados por un aire denso de emociones reprimidas y recuerdos dolorosos. Jezebel, con los ojos enrojecidos por las lágrimas, miraba fijamente a Joans, cuyo rostro mostraba una mezcla de determinación y enojo.-¿Qué estás haciendo aquí, Joans? -preguntó Jezebel con voz entrecortada, luchando por mantener la compostura mientras la tormenta de emociones la envolvía.
-¿Quién te crees que eres para meterte así en mi vida privada?-, dijo Joans, su tono lleno de indignación y frustración.
-No tienes derecho a invadir mi espacio de esta manera.- Decía fríamente.
Jezebel se sintió aturdida por la acusación de Joans. No esperaba una reacción tan fuerte de su parte, pero comprendía que estaba molesto y confundido. Trató de encontrar las palabras adecuadas para explicarse, pero se quedó en silencio, sin saber por dónde empezar.
-Lo siento, Joans-, dijo finalmente, su voz temblorosa por la emoción.
-No quería invadir tu privacidad. Solo... solo estaba preocupada por ti. Después de todo lo que pasamos juntos... pensé que podríamos hablar.-Dijo sin ser consciente de lo que realmente estaba diciendo simplemente dejándose llevar por sus sentimientos encontrados.
Joans frunció el ceño, sus ojos oscuros mirando fijamente a Jezebel con incredulidad.
-¿De qué estás hablando? No sé quién eres ni por qué estás tan obsesionada conmigo. ¿Qué derecho tienes a venir aquí y hacerme estas preguntas?
Jezebel sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Joans. Era evidente que él no recordaba nada de su tiempo juntos, y eso le rompió el corazón. Quería contarle todo lo que habían vivido juntos, pero sabía que no era el momento adecuado.
-Solo... solo quería ayudar, -dijo Jezebel, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con caer.
- Sé que no nos conocemos bien, pero... pero siento que hay algo especial entre nosotros. Algo que no puedo explicar.
Joans la miró con incredulidad, sus ojos buscando respuestas en los de ella.
-¿Qué estás diciendo? No entiendo nada de lo que estás hablando. Solo déjame en paz y vete de una vez. Ya te lo había dicho aquella noche de la azotea.
Antes de que Jezebel pudiera responder, la puerta se abrió de golpe y Hannah entró en la habitación, su mirada desafiante fija en Jezebel.
-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Hannah, su voz llena de determinación.-¿Por qué estás molestando a Joans?
Jezebel se sintió abrumada por la presencia de Hannah, su mente luchando por encontrar las palabras adecuadas para explicarse.
Pero en vez de buscar una respuesta para ella, solo en la mente de Jezebel se preguntaba, ¿Quien era aquella chica que había entrado tan furiosa a su habitación?
-No estoy molestando a Joans- dijo Jezebel, tratando de mantener la calma a pesar de la situación tensa.
Hannah la miró con incredulidad, su ceño fruncido en desaprobación.
-No me vengas con esa tontería. Sé que estás obsesionada con Joans y no vas a dejarlo en paz hasta que consigas lo que quieres.
-Hanna te dije que esperaras en mi departamento -Dijo Joans regañadientes.
Han entró en la habitación en ese momento, su expresión preocupada al ver la confrontación que se estaba desarrollando delante de él.
-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Han, mirando de Hannah a Jezebel con confusión. Preguntándose en qué momento se colo Hanna al departamento.
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Ecos de un Amor Perdido
Fiksi Remaja"Ecos de un Amor Perdido" es una historia conmovedora sobre el amor efímero y el dolor duradero de la pérdida. Jezebel, una joven apasionada por la mitología y las historias antiguas, se encuentra atrapada en el torbellino de un romance con Joans, u...