Ante tus pies ★ Minjoong

12

El peliblanco se encontraba en casa de sus progenitores, bastante feliz merendando un pie de arándanos que había hecho su papá Seokjin ya que a Namjoon no le caía para nada todo lo que conllevara cocinar algún alimento, era el terror de las ollas como era apodado en su familia, además aún se encontraba trabajando.

— Oh, mi pequeño copito. — Seokjin se había acercado a besar toda la carita de su hijo, extrañaba tanto pasar momentos junto a él que su instinto paternal aparecía ni bien tenía a la vista a su retoño.— Siento que han pasado años desde que nos vimos por última vez.

— Pero si nos vimos el mes pasado, papá. — Hongjoong solo se dejó hacer, era bien sabido lo amoroso que llegaba a comportarse su papá con él y con cualquiera de sus hermanos, pero al ser el menor se llevaba un poco más de cariño y mimos.

— Pues para mí fueron años. — le pellizcó suavecito una mejilla.— Tu padre llegará enseguida, hoy tuvo más trabajo de lo normal, sabes que siempre hay artistas nuevos en el país y acuden mucho a su productora, no se toma un día de descanso ese hombre.

El dramatismo de su padre siempre le causaba gracia, la mayor parte del tiempo era tan ocurrente y se la pasaban de maravilla juntos, se entendían a la perfección ya que Hongjoong era el hijo que más similitud tenía con Seokjin, en gustos, moda, colores, humor, entre otras cosas, nunca habian tenido una discusión intensa por algún desacuerdo, al contrario, siempre se comunicaban pacíficamente y dialogando, como era ley en su casa, gracias a eso Hongjoong siempre solucionaba todo con palabras aunque eso no quitaba que tubiera una actitud firme con extraños que querían faltarle al respeto, más bien solo con sus seres queridos era capaz de mantener la compostura.

Entre plática y más plática ya había llegado Namjoon a la casa, un poco exhausto pero al ver a Hongjoong sentado con Seokjin en el living de su amplia sala había sonreído de oreja a oreja, marcando sus preciosos hoyuelos.

— ¡Mi copito! — abrió sus brazos y en menos de lo que pensaba ya tenía al peliblanco aferrado a su cuerpo.— ¿Por qué no me avisaste que ibas a estar aquí? Hubiera dejado el trabajo más temprano solo para venir a pasar más tiempo contigo. — plantó un beso en su cabecita.— Dime que te quedarás a pasar la noche, tu papá y yo te extrañamos un montón.

Seokjin se levantó de su asiento para acercarse a su familia y formar parte del abrazo, ahora habían hecho un sándwich humano y Hongjoong era el relleno, estaba siendo asfixiado por el amor de sus padres.

— ¡No respiro! — palmeó despacito los hombros de sus padres hasta que tuvo la libertad suficiente para tomar un respiro.— Uh... Me quedaré por un par de días, los extraño mucho, vendré a verlos más seguido durante un tiempecito, acabé este semestre con éxito y puedo por fin tener un breve descanso.

Nam y Jin se miraron mutuamente con una felicidad enorme, estaban orgullosos del menor, sabían que estaba haciendo lo que más le gustaba y eso les reconfortaba, así que harían que su breve hospedaje sea el mejor, en pocas palabras llenarían de mimos a su bebé.

— ¡No se diga más! Eso solo quiere decir que llamaré a Tae y a Yeri, será una noche familiar como en los viejos tiempos. — anunció Jin con el ánimo por las nubes, ni bien había terminado de recitar esa frase ya fue a buscar su móvil para llamar a sus otros dos hijos.

— Tu papá hará más comida de la que suele hacer, llenará una mesa entera. — Nam se mantuvo acariciando los cabellos de su hijo.— Bien, ponte cómodo, hijo. Iré a tomar una ducha y luego ayudamos a tu padre si nos permite hacerlo. — recibió un asentimiento de cabeza de inmediato, ahora Hong estaba tomando la mochila en la que había traído sus pertenencias para su corto hospedaje o quizás lo alargaría, siempre que estaba ahí su deseo era quedarse más tiempo.