Capítulo 6: Monstruo

401 63 13
                                    

Hello people!!

Ya sé, soy de lo peor. ¡Dos meses sin actualizar! Ódienme, me lo merezco (?)

No tengo más excusa que la falta de inspiración, pasé una etapa de bloqueo bastante jodida que no me dejaba escribir :c

Pero bueno, por suerte pude salir y aquí estoy otra vez ^^

¡Gracias por sus votos y comentarios! Su apoyo me hace amar más cada día el escribir <3

Sigamos donde nos quedamos...

Actualizado 08/04/2024

+ + + + + + + + + + + + + + + + + + + +

Capítulo 6: Monstruo

—Bienvenido, joven Max —lo saluda una de las sirvientas, que parece ser nueva a juzgar por su actitud—. El señor Verstappen lo está esperando en su estudio; pidió expresamente que fuera a verlo en cuanto llegara —le informa, arrebatándole cortésmente la mochila de las manos—. Si me permite, dejaré esto en su cuarto, con permiso —se retira, sin darle tiempo de poder objetar.

Un fuerte estremecimiento surca cual rayo el cuerpo del rubio, en cuanto emprende su camino como un mero autómata rumbo hacia la oficina de su padre.

Se obliga a sí mismo a cruzar a través del recibidor, pasando fuera de la sala de estar, hasta atravesar la puerta de cristal que lleva al florido y enorme patio trasero, sintiendo cada paso como un lento y tortuoso suplicio. Camina sobre el brillante césped que recubre el exterior, divisando la construcción anexa que su progenitor ocupa para trabajar. La brisa cálida de verano revuelve sus rubios cabellos, mientras una de sus temblorosas manos gira el pomo para entrar.

Reconoce enseguida la pulcra blancura del lugar, aunada al aroma amaderado del aire que se respira al interior. Cierra detrás de sí, contemplando ensimismado la larga escalera, cuyos peldaños están recubiertos de alfombra, que lleva directo a la oficina.

—Por favor, que sea rápido. Por favor, que sea rápido. Por favor, que sea rápido —murmura para sí mismo cual mantra, avanzando con pesadez en ascenso por los escalones.

Al fin está frente a la puerta de roble oscuro, la cual, indeciso, golpea tres veces con sus nudillos.

—Padre... soy Max...

—Adelante —dice éste desde dentro, en ese tono de voz severo y frío que tan bien lo caracteriza.

Max acata al instante, girando la manija para abrir y entrar. Josh Verstappen está de pie, frente al gran ventanal situado justo detrás de su escritorio, dándole la espalda con los brazos cruzados.

Al interior, todo luce tal y como puede recordar; exceso de limpieza, pulcritud en cada rincón y una organización perfecta. Los últimos rayos de sol iluminan el cuarto, pintando las paredes de tonos rojizos al estar ya cayendo el atardecer. La luz artificial de la ampolleta se encuentra apagada, brindándole al ambiente ese inconfundible tono lúgubre que al mayor tanto le gusta.

—¿Hace cuánto llegaste?

—Menos de cinco minutos.

—¿Hubo algún inconveniente en el viaje?

—Ninguno. Todo salió tal como querías.              

—¿Te cruzaste con alguien de camino aquí?

Still there for me (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora