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Los días pasan, las semanas también y nada parece evolucionar. La situación todavía sigue siendo la misma, únicamente que tu sigues haciéndote el loco y yo me dreno mas cada día. Mientras yo noto cada cosa diferente de ti, tu no notas que mis ojos están hinchados por llorar toda la noche por ti, finjo estar bien delante de ti porque sinceramente no mereces verme así de mal, no mereces ninguna de mis lágrimas pero aun así llorare todas las noches, abrazando la almohada que de alguna manera tiene tu olor.

Me lo advirtieron, que me cansaría del bucle... estoy cansada, arrastro mis pies al caminar, mis hombros están caídos la mayor parte del tiempo. Quiero salir de el pero tu me tienes agarrada del pie, tu mano coje mi tobillo cada vez que quiero salir, subo la escalera hasta la salida pero tu fría mano rodea mi pierna y vuelvo a caer de cabezas al hoyo. Cada vez que lo intento tengo menos fuerzas, mi cabeza está a punto de estallar y mis tobillos están muriendo de frío. Eres como el juego de la ruleta rusa, solo una bala en el revolver, pegándotela lentamente en la cien, la mano tiembla mientras jalas el gatillo. Ya voy por mi cuarto intento y todavía no me toca. Maldito seas tu y tu maldita existencia.

Cartas Olvidadas Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora