Sin esfuerzo alguno Ellies la volvió a alzar en sus brazos pero esta vez la acomodó sobre la cama. La miró como quien admira una bella obra de arte mientras la avidez iluminaba sus ojos. Tomó la mano de Aylah entre las suyas y la acercó a su pecho mientras se sentaba en la cama a su lado.
- ¿Puedes sentirlo? Estálatiendo solo por ti – dijo mientras sonreía ampliamente – no sabes cuantoespere por este momento, no sabes cuanto lo añoré, lo deseé y ahora al finestamos juntos de nuevo
Acercó la mano de Aylah a su boca y comenzó a besar sus dedos uno por uno con ternura. Lo hacía de manera lenta, disfrutando el contacto de los labios con su piel, como un niño que se come una deliciosa tarta dejando lo mejor, la cereza para el final. Continuó por su brazo hasta llegar a su clavicúla y detuvo el roce de sus labios justo donde la ropa cubría el pecho de Aylah. Ella contuvo la respiración en pánico total esperando el siguiente paso de este hombre cuya obsesión por ella estaba dominando su razón. Ellies simplemente se detuvo y la abrazó hundiendo la cara en su pecho, disfrutando de su calor corporal, de su olor.
No supo cuanto tiempo estuvieron así hasta que logró calmarse lentamente y pensar con frialdad. Debía suavizar su respiración, sus latidos también debían volverse mas pausados, tenía que actuar como si se hubiera quedado dormida. Cerró los ojos y se concentró totalmente en calmarse, debía lograrlo, tenía que hacerlo. Luego de lo que le parecieron horas, finalmente sintió como Ellies se separaba de ella.
- Mi dulce pajarito se durmió – dijo con ternura aunque se podía sentir una nota de decepción en su voz – está bien, habrá mas oportunidades para que estemos a solas – acarició con suavidad el cabello de Aylah y posó sus labios en su frente con dulzura a modo de despedida.
Ella no se movió, no se movió incluso al escuchar que a puerta se cerraba. No se movió aunque solo podía escuchar unsilencio absoluto. No tenía el valor para hacerlo. Poco a poco empezó a sentircomo iba recuperando el control de su cuerpo. Escuchó a alguien entrar, eltintineo de la porcelana del servicio del té le anunció que este estaba siendoretirado.
Entreabrió los ojos lentamente, era una sirvienta de la cual solo pudo ver su espalda mientras salía. Bethel entró a los pocos minutos mientras Aylah se incorporaba lentamente, aun sentía su cuerpo débil. Miró a la sirvienta con ansiedad, quería contarle lo que le había pasado, quería que la reconfortara, que la arrullara y le dijera que todo iba a estar bien. Pero simplemente no podía hacerlo, por más que fuera su nana no debía olvidar que ella mantenía estrecho contacto con Kadir. Si le contaba corría el riesgo de que él se enterara y anulara el compromiso ante la sospecha de que su futura esposa hubiera perdido su castidad a manos de Ellies. A fin de cuentas ellos solo tenían un compromiso, un acuerdo hecho muchos años atrás. No tenían ningún tipo de relación estrecha que justificara el hecho de que él creyera ciegamente en ella, sería mas fácil romper con ese contrato que lo ataba a esta débil mujer que solo podía significar una carga para el gran general. Así que debía mantener lo sucedido en secreto pues por querer ayudar, Bethel podría arruinarlo todo. Tenía que aguantar hasta que al menos su cuerpo estuviera lo suficientemente fuerte e idear un plan de contingencia por si no lograba acercarse a Kadir lo antes posible.
- ¿Estás bien? – preguntó Bethel viendo la cara inexpresiva que tenía Aylah sumida en sus pensamientos
Ella solo le sonrió de manera triste, alargó su mano hacia la mesita de noche y sacó el collar que Kadir le había dado. Lo sostuvo en su mano y admiró la gema sin ignorar la manera en la que la sirvienta la miraba. Debía dar la impresión de que lo extrañaba y deseaba verlo más que nada en el mundo.
- Dentro de unos días el conde y su familia van a la capital, al parecer el rey los ha invitado a palacio para saber acerca de tu recuperación y comenzar los preparativos para que recibas tu título de princesa heredera – al ver que Aylah no reaccionaba ante la noticia añadió – deben estar fuera al menos unos quince días, asi que tendrás libertad para moverte en la propiedad, para pasear fuera de tu cuarto.
Lo único interesante de esta noticia era que esta odiosa familia no la atormentaría por unos días. Suspiró, estar alejada de Ellies sería lo mejor. Aunque se sentía aliviada, esto no hacía ninguna diferencia en su situación, solo era un corto descanso, un receso que debía aprovechar para seguir mejorando.
ESTÁS LEYENDO
Destinada a renacer
FantasyDespertó en el cuerpo de alguien más, tenía una segunda oportunidad de vivir en un mundo lleno de magia y hermosos castillos. Pero sus esperanzas de una larga y tranquila vida son destrozadas de inmediato por su oscuro destino. Ahora es Aylah, l...