DEL VIAJE Y LA PUERTA SECRETA
Era una calurosa mañana, en una conocida nación norteamericana. El viento provocado por un ventilador de piso sacudía la cabellera del varón que se encontraba echado en la cama, quien a su vez era aturdido por el ruido que hacía éste.
El joven, inmerso en un profundo sueño, se topó con una puerta. No una como la que hay en tu casa, ni como la de una mansión. Era una puerta amarronada, que en su centro tenía tallada la silueta de un dragón. Al abrirla, todo se puso oscuro.
Pero de repente, en un oscuro y misterioso bosque, con árboles tan altos que parecían tocar el cielo, un adolescente abrió sus ojos. La espesa niebla que cubría el suelo se alzaba como un manto silente, ocultando cualquier rastro de vida. El aire estaba cargado de un palpable sentido de anticipación. La respiración de aquel que observaba esta escena comenzaba a acelerarse.
El chico no sabía dónde estaba. Realmente, no sé si quería saberlo. Estaba muy asustado y quería salir de allí. Comenzó a escuchar sonidos muy extraños. Estos no se asemejaban a nada que él haya escuchado con anterioridad. Eran una especie de rugidos y gorgoteos graves y profundos, mezclados con algo que tenía cierta similitud con el ruido que produce el metal al chocar contra otro objeto: Chin, chan, chin.
De repente, emergiendo de la penumbra, apareció un joven en vestiduras nobles y finas, con una espada de fuego resplandeciente en su mano. Su cabello dorado ondeaba al viento, y en su rostro había un enorme resplandor que impedía distinguir sus facciones. El que observaba aquel panorama, prestaba atención a cómo el otro hombre avanzaba con confianza a través del bosque.
Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, el escenario cambió drásticamente. Los árboles comenzaron a crecer y cambiar su forma. Una lluvia de fuego cayó del cielo y comenzó a quemar todo. De un momento al otro, se encontraron en un vasto campo de batalla, rodeado de montañas de fuego que lanzaban humo negro al cielo. El rugido de un dragón negro, con ojos ardientes y escamas relucientes, llenó el aire. La bestia voló por encima de la cabeza del muchacho que contemplaba todo, y se abalanzó con ferocidad sobre otro varón —uno distinto al que había visto anteriormente—.
El muchacho —que se había refugiado detrás de una gran roca— sintió el corazón latiendo con fuerza mientras observaba el progresivo desarrollo de la lucha desigual entre el valiente joven y el monstruoso dragón. La espada azul del nuevo guerrero chisporroteaba mientras cortaba el aire, dejando una estela de llamas del mismo color en su estela. Cada golpe del joven era una muestra de valentía, ira y destreza, pero el dragón no cedía fácilmente.
Aquel momento parecía eterno mientras el descolocado muchacho intentaba seguir la épica batalla. Vio cómo el joven que se encontraba a unos cien metros de donde él estaba luchaba contra las llamas y la furia del dragón con un coraje inquebrantable. La espada, que parecía encenderse con cada golpe, cortaba las escamas del dragón y dejaba heridas en su piel oscura. Pero el dragón contraatacaba con furia, lanzando llamaradas y rugiendo con poder.
El observador estaba atrapado en una enorme y terrorífica tensión, sintiendo la lucha del joven contra la bestia en sus propias vísceras. Era una batalla de voluntades y habilidades, un enfrentamiento entre el fuego de la espada y el fuego de un dragón. Cada golpe, cada esfuerzo del joven llenaba el paisaje de un aura heroica.
En un momento, después de un largo y arduo combate, el joven logró una hazaña asombrosa. Con un golpe certero, hundió la espada en el corazón del dragón negro. La bestia emitió un aullido ensordecedor y se desplomó en el suelo, sus escamas brillando por última vez antes de apagarse.
El joven de nobles vestidos negros observó la derrota del dragón con una expresión de triunfo y alivio en su rostro. Luego, desapareció en las sombras del sueño, dejando a Christopher con una sensación de asombro y admiración. Aunque el sueño se desvanecía lentamente, la imagen del joven y su espada azul quedaron grabadas en la mente de Christopher como un símbolo de valentía y determinación en la lucha contra la oscuridad.
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EL REINO CAÍDO DE HELGUR
FantasyEL REINO CAÍDO DE HELGUR es una novela de fantasía en la cual nuestro protagonista (Christopher) busca un escape de la realidad hiper-estimulada en la cual vive nuestra sociedad. En medio de su desesperación, y de un viaje con sus amigos planeado po...