La idea de cambiar de ambiente nadie me la quita de mis planes. Había tomando la decisión de mudarme a un pequeño pueblo, conocer nuevas cosas y ya que tiene historias interesantes, la curiosidad me atrapo.
Sin saber que iba a vivir alli, y conocer...
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"Moriré en este lugar"
La....Oscuridad...
La oscuridad me envolvía como una manta, sofocando la luz y el sonido. No podía ver nada, ni siquiera mis propias manos frente a mi cara. En pleno silencio era, solo roto por el latido de mi corazón y el sonido de mi propia respiración.
De repente, un sonido agudo rasgó el silencio. Me estremecí y me di la vuelta, buscando la fuente del sonido. Pero no vi nada.
A medida que me acercaba a la luz de la luna, la oscuridad comenzó a disiparse. Podía ver las formas de los árboles y las plantas que me rodeaban y él estaba hay. Un escalofrío me recorrió la espalda.
La sangre que caía en sus manos daba un poco de miedo; atrás de él se encontraba un cuerpo sin vida ya daba más miedo. Solo la luz de la luna alumbraba el lugar mis manos temblaban del miedo ver lo así es como ver a un monstruo en acción o esperando su próxima víctima.
"Seré yo su próxima víctima"
Cerré los ojos con fuerza, tratando de calmarme. Respiré hondo, tratando de controlar el miedo que me dominaba. Esta vez sí tenía miedo.
- Es lindo ver esta parte de mi - sonrió - Que coraje que no te puedo poner en dedo encima –
"¿Porque estaba de esta manera?"
Verlo de esa manera, solo aumentaba más mi curiosidad; aunque el miedo también, tenía sus colmillos afuera, ojos rojizos totalmente oscuros como la noche, cabello desordenado y estaba sin camisa, en su cuerpo hay gotas de sangre. "Espero que de un animal", y no del cadáver que se encontraba atrás.
- Te preguntarás porque estoy de esta forma - me señaló - Así como tu guardas tus secretos yo tengo los míos-
"Mis secretos", y a este que le pasa.
- Quiero beber tu sangre – sonrío
- Co...mo - tartamudee
- Como oíste - se acercó más a mí
Imaginé sus manos frías aferrándose a mi garganta, sus colmillos perforando mi piel, la agonía de sentir mi sangre siendo drenada de mi cuerpo. Un sudor frío me bañó la frente, mis piernas flaquearon y un mareo me amenazó con desmayarme.
"No te vayas a desmayar"
Sus pasos hacia mi eran cada vez más cerca intente correr pero no veía nada, ni sé a dónde podía llegar. El portón del castillo estaba a abierto, tal vez era una mala idea entrar, además era el único lugar aquí.
Corrí y corrí hasta llegar a la puerta principal que también estaba abierta, entre tenía una decoración antigua, al entrar unos muebles negro, una escalera que daba al segundo piso, cuatros y otras cosas antiguas eso si tenía michas puertas. Opte por entrar a una de ellas, la que abrí era un cuarto sus cosas están cubiertas con una sábana blanca y todo lleno de polvo. Lo único que no estaba cubierto era un cuadro de una persona.
Decidí ver que era en el cuatro estaba yo, pero vestida de una forma extraña, las preguntas aparecían de nuevo en mi mentes todo esto era extraño con razón esos seres sobrenaturales aparecían como si me conocieran.
-¿Mi yo del pasado? – pensé en voz alta
Sus secretos eran tan obvios, me comparaba con alguien que realmente se parecía a mí, pero en este presente tal vez no era la misma que él esperaba. Yo tenía que huir de aquí, ya con lo que he visto es suficiente.
Un crujido resonó en el silencio, como el susurro de un fantasma. La puerta, de madera maciza y tallada con intrincados diseños, comenzó a abrirse lentamente dejando ver a Jack.
Me sentí como un intruso viendo cosas que no debí a ver visto.
- Te encontré – hablo dejando ver sus colmillos
Ahora si estaba encerrada en este cuarto no tenía escapatoria por ningún lado. Su mirada era totalmente diferente creo que cumplió con a ver encontrado su víctima.
- Ya no podrás escapar – la puerta se cerró de una manera fuerte
