El Prisionero de Azkaban: El Vasallo de Voldemort

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James Potter siempre creyó haber visto el lado molesto de su futuro esposo, pero estaba claro que no.

Cuando el capítulo anterior terminó, Lily Evans tuvo la audacia de señalar a su querido Hadriel como una amenaza, y Severus no se lo había tomado muy bien.

En esos momentos estaban ambos peleando, más que nada, Severus y Lily se estaban jalando del cabello, y ciertamente quien iba ganando, era Severus.

-¡Retira lo que dijiste de mis hijos!- gritaba Severus, mientras tomaba varios cabellos de la pelirroja

‐¡No! ¡Esos monstruos no deberían de existir!

El grito de Evans sólo había provocado que más personas alentaran la pelea y aunque a muchos no les gustara la violencia, las cosas iban a favor de severus.

-¡Pégale más fuerte!- grito lleno de emoción Lucius 

-¡Dale con la silla!

-¡Vamos Severus!

Sinceramente, nadie se podía esperar aquello, pero tampoco es que se quejara James, le gustaba ver a Severus de esa forma, con el uniforme desarreglado, su rostro lleno de sudor, defendiendo a sus hijos y sobre todo, con ese hermoso cabello tan revuelto como él suyo. 

-Oye Bambi, se te esta cayendo la baba- expresó Sirius de pronto, haciendo que James lo mire 

 -¿Qué?- interrogó sorprendido el de lentes para después pasar su mano por la barbilla -. Muy gracioso 

-Vamos cornamenta, eres tan evidente como Crouch- expresó Sirius, mientras señalaba a donde Barty y Peter estaban, para sorpresa de los dos, el menor estaba apoyando a Severus y el mayor le estaba mirando el trasero-. ¿No deberíamos hacer algo?

Antes de que James pudiera decir algo más, un fuerte golpe se escucho, ahí, en el suelo, los tres Evans estaban, mientras que los Prince estaban frente a aquellos tres.

-¡Vuelve a decir eso basura!

Lord Hayden Prince, había noqueado al señor Evans, dejando a más de uno aturdido por verlo dar un golpe tan fuerte.

‐Bueno, después de ver claramente que Lord Prince a demostrado tener una fuerza indiscutible, es tiempo de seguir con la lectura- expresó Madame Sprout

-Y creo que después comeremos un poco- aseguró con calma el profesor Slughort

Varios victoreos se escucharon, mientras que las damas Evans trataban de despertar al patriarca, quien seguía tumbado por el golpe que había recibido. 

-¿Quién lee?

La mano de Xenophilius se alzó y el libro voló a él con calma.

-Capítulo veintiuno, el vasallo de Voldemort- leyó el rubio 

- fantástico, todavía no iniciamos el capítulo y están lloviendo vergazos- dijo Alphard 

—Estamos en problemas

Aquello que había dicho Draco, fue ciertamente lo más cercano a su realidad cuando un muy enojado Severus Prince apareció.

-¡Corran por sus vidas!- exclamó Barty 

- ¡Síguele cabrón!- grito Severus a uno de sus mejores amigos 

James por otro lado, estaba preocupado por Hadriel, Severus enojado era un peligro potencial. 

—Papá serpiente— dijo con cierto miedo Athenea, mirando a su tío y profesor 

—Oh Severus— sonrió Rabastan

𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora