💭 ׄ ᮬ𝟏𝟐 - !

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Myung, indeciso en elegir primavera o otoño como estación favorita, vagando por las repletas calles de la ciudad, siempre emanando aquella alegré vibra, agradable con solo verlo. Pasando entre las personas con comodidad, buscando no tener un accidente. No tenía planes en ese día, nunca tenía, pues todo lo que el hacía era improvisado e inesperado, una alegré melodía pasaba por sus audífonos, calmando su nerviosismo al estar asfixiado de energías. Sin detenerlo en su extenso camino en buscar que hacer en su día de descanso, su prometido estaría ocupado trabajando, entonces, no buscaba ser una molestia para el. Se detuvo para observar sus zapatos, brillantes y de un color blanco limpio, pensó en unos momentos y decidió pasar por flores para su nubecita de lluvia quien probablemente lo esperaba en casa.

El sol lo iluminaba con deslumbre, haciendo su silueta más reconocible, el único sonriente en ese apagado lugar. Encontró una linda tienda e hizo paso en esta, viendo todas las flores que habían en los estantes y floreros, deteniendo su mirada en unas preciosas Gypsophilas, recordando de inmediato a Han. Compró una cantidad considerable y se apresuró a una tienda de regalos, buscando un lindo detalle o peluche que el pudiera saber que sería del agrado del chico. Con una sonrisa de par en par, encontró un lindo peluche de nutria y uno de pingüino, llevando los dos junto a un Funko pop de spiderman.

Acomodó todo, descansando un poco en un pequeño parque, calmado y tranquilo como para estar repleto de niños pequeños. Terminó de hacer los últimos detalles y agrego unos cuantos caramelos, orgulloso de su lindo detalle, levantándose para retirarse e ir directo a su casa, preparado para darle la bonita sorpresa al pelinegro.

Un malhumorado Taesan rebuscaba entre los infinitos documentos de aquel informe, gruñón al no encontrarlos, teniendo la presión de su jefe en la llamada, estresado e irritado continuo, por fin encontrando y mandandolo enseguida al número

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Un malhumorado Taesan rebuscaba entre los infinitos documentos de aquel informe, gruñón al no encontrarlos, teniendo la presión de su jefe en la llamada, estresado e irritado continuo, por fin encontrando y mandandolo enseguida al número. Suspiró con frustración, colgando sin dejar que hablará, dándose cuenta segundos después. No creyó tanta gravedad y soltó este, dejándolo sobre el escritorio y pensando por un momento en el castaño, preguntándose que estaría haciendo, si podría estar comiendo, durmiendo, jugando, comprando, o si un dinosaurio se lo habia comido. Creyéndose la última y sujetando su teléfono para llamar a su solecito.

Busco entre contactos, encontrandolo y llamando, esperando unos segundos por la llamada, sin encontrar respuesta. Alzó una de sus cejas y soltó el teléfono, dudoso, pues Myung nunca era alguien que no contestara, hasta parecía que dormía con ese aparato. Decidió continuar en su trabajo antes de que pensara de más.

Jaehyun llegó alegremente a la casa, abriendo la puerta en silencio y viendo está por dentro, luz natural alumbrando el extenso pasillo, dando un aspecto tranquilo, algo normal de pelinegro, siempre queriendo silencio a la hora de trabajar, algo que Jaehyun nunca le daba.
Camino con el regalo entre sus manos, buscando entre las habitaciones al chico, sin borrar su amplia sonrisa dando pasos titubeantes por la linda casa, sin encontrar su objetivo pero aún sin rendirse por completo.

Llegó hasta la oficina, pasando en silencio pero no lo suficiente como para no ser visto. Unos ojos sorprendidos vieron el regaló, quedando en silencio por unos minutos antes de reaccionar con una expresión confundida. No era como si Taesan no estuviera acostumbrado, normalmente recibía muchos detalles del castaño, aún así, nunca dejaba de impresionar. Vio cada flor, cada detalle, dulce y delicado liston que adornaba, sonrió con suavidad, dejando que el chico se acercará y entregará con satisfacción. Miró con atención, más de cerca, emocionandose al ver los juguetes, sonriendo de forma alegre, sin dejar su tranquilidad.

Dejando el lindo detalle por un lado, se levantó a abrazar y agradecer al castaño, sintiéndose extrañamente tímido, por aún no saber cómo expresarse de la mejor manera sin verse como un robot mal programado.

- Muchas gracias, es precioso el detalle, simplemente porque viene de ti lo es.

Afirmó genuino, viendo la tímida expresión del contrario, quién no se despegó del abrazo, pegajoso y empalagoso como estaba tan acostumbrado, logrando rebatar una risa baja al pelinegro al ser su rostro lleno de dulces besos, tomándose el tiempo de uno lento y suave, cuidando como si el más bajo fuera a desaparecer de sus brazos, aferrándose a la idea que no lo haría.

- Ay.. oye, esa mano, mañoso.

Y un par de carcajadas no se hicieron de esperar, un avergonzado Jaehyun y un alegré Taesan hicieron que la casa fuera una locura agradable, claro, con unos cuantos gritos de ayuda de fondo, sin ser grave, las cosquillas de Taesan nunca habían sido tan aterradoras..

Y un par de carcajadas no se hicieron de esperar, un avergonzado Jaehyun y un alegré Taesan hicieron que la casa fuera una locura agradable, claro, con unos cuantos gritos de ayuda de fondo, sin ser grave, las cosquillas de Taesan nunca habían sid...

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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