Parte 2. Capítulo 18

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Mi corazón latió muy fuerte ante su revelación. Sentía que comenzaba a hiperventilar del nerviosismo y a la vez, un malestar enorme se asentó en mi estómago. No sabía qué decir a continuación ni cómo debía actuar en su presencia, así que simplemente pregunté lo único que me vino a la mente.

—¿La asesinó?

Y justo cuando lo dije, me regañé mentalmente por ser tan insensible. Esperé que Elliot también me reprimiera por ser tan inoportuna, pero simplemente me dedicó una sonrisa sardónica.

—Solo la mandó lejos, con sus familiares maternos. Creo que ese niño hubiera perdido la poca cordura que le quedaba si aparte se ensuciaba las manos con su sangre.

Después de escuchar su declaración pude volver a respirar. No es como que sería capaz de culparlo aunque este si lo hubiese hecho. Era cierto que estaba en contra de la violencia y no me gustaba ni un poco el trabajo de Elliot, pero eso no quería decir que no entendiera sus motivos. Sin embargo, si seguía aliviándome el hecho de que simplemente la alejara de su vida, porque así él tenía que cargar con su asesinato en su corazón, eso hubiera hecho que nunca pudiera olvidarse de ella y seguiría persiguiéndolo hasta el día de hoy.

Me mordí el labio. Mentiría si dijera que en el pasado no me cuestioné cuánto habría sufrido él y su madre, pero simplemente jamás imaginé que hubieran sido cosas tan atroces. Pensé en todas las veces que estuve entre sus brazos y no fui capaz de notar marcas físicas del abuso de Thiana, y aquello me hizo odiar a esa mujer aún más. Ella era tan consciente de sus actos, que ponía sumo cuidado en no dejar evidencias en Elliot que la inculparan. Sabía exactamente lo que hacía y no sentía remordimientos. Se me hacía increíble que existieran personas tan inhumanas como ella y mis tíos, quienes asesinaron a su propia familia solo por una posición en una empresa.

—No tienes que hacer eso.

Salí de mi ensoñación para volver a prestarle atención al chico frente a mí. Por fin había dejado de dar vueltas por la habitación y se sentó de nuevo en su silla.

—¿Hacer qué?

—Compadecerte de mí.

—¿Crees que siento lástima? —solté incrédula.

Elliot asintió. Quise espetarle lo idiota que era por pensar eso pero lo que menos buscaba era ser grosera. Era cierto que su revelación me ablandó, pero eso no significaba que olvidé la forma en que me estuvo tratando desde que nos reencontramos.

—Solo deja de pensar eso, ¿está bien? —Sacudí la cabeza—. Nunca he sentido eso por ti ni lo haré en el futuro, yo no pienso que seas una persona lastimosa.

Se llevó las manos a la barbilla y miró hacia otro lado, pensando cuidadosamente en mis palabras. Luego de unos minutos volvió a encontrar sus ojos con los míos, ahora luciendo más lúcido.

—Gracias.

La sinceridad en su contestación fue otro golpe bajo. Intenté esbozar una sonrisa pero esta no salió como esperaba. Esta resultó en una extraña mueca.

—Creo que es mejor que regrese a dormir—dije para escapar cuanto antes.

Agradecía que Elliot siguiera confiando en mí, pero no necesitaba compartir más momentos íntimos con él, no buscaba que ninguno de los dos nos hiciéramos ideas equivocadas. Sólo éramos colegas y eso no cambiaría solo porque fuera sincero conmigo. Sin embargo, aún tenía una cosa más que preguntarle antes de salir de la sala.

—Elliot, tengo una última pregunta.

No me encontraba muy segura de sí era el momento indicado para decirlo, pero sentía que nunca tendría otra oportunidad de hacerlo. Era algo que llevaba molestándome por años y ya era hora de por fin conseguir la verdad.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora