XXXIII

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— ¡Mis bebés! — llamó eufórico Jungkook al cruzar la puerta de su hogar, sus pasos yendo de manera directa hacia el pequeño cochecito que mantenía cobijados a ambos cachorros que, al reconocer la voz de su padre omega se removieron inquietos al desear ser alzados por el mismo — ¡Oh, mis lindos bebés! ¡Mis pequeños cachorros, papi Koo los ha extrañado mucho!

Lloriqueo con dramatismo el pelinegro, mismo quien ya se encontraba con el cuerpo inclinado hacia delante para dejar caer su rostro blanquecino entre ambos bebés que balbuceaban incoherencias y enredaban sus pequeñas manos en los largos cabellos de su padre, quien reía enternecido mientras los besaba y empezaba a marcarlos con su dulzón aroma a vainilla.

Y estaba alegre.

Era más que obvio.

No por nada Jungkook tenía las mejillas encendidas en un llamativo carmín y sus ojos brillaban de manera natural al alegrarle tanto al humano como al lobo estar cerca de aquellos pequeños seres llenos de pureza que eran acariciados como si de una delicada flor se tratase por el hombre que los concibió por nueve meses, mismo hombre que olfateaba encantado el relajante aroma a leche junto a su olor y el de su alfa. Jimin habiendo cumplido tal cual le había pedido este el de dejar a sus hijos envueltos entre el nido de frazadas que había dejado para ellos, y era tranquilizador que todo estuviera bien.

Tan bien...

Que podría llegar a asustar dicha felicidad.

Por otra parte, un sonriente Taehyung observando hechizado desde la entrada del living como su pareja tomaba con extremo cuidado entre sus brazos a ambos infantes para luego dirigirse a tomar asiento en el sillón más cercano, habiendo iniciado durante el transcurso que, le llevó llegar de un extremo a otro, un lento vaivén al mecer a ambos cachorros que se hallaban relajados, mientras su padre tarareaba para ellos una dulce canción de cuna, este besando nuevamente con cariño las tersas coronillas de los bebés al disfrutar más tiempo del dulce aroma que estos desprendían.

Y era dulce la imagen, tan dulce que tan solo se intensificó cuando los pequeños y bulliciosos pasos de un niño prevaleció en el living, mismo niño quien se dejó notar ante las llamativas exclamaciones de alegría donde llamaba eufórico el nombre de su hermano mayor, quien, pese a estar con ambos brazos ocupados lo recibió con una encantadora sonrisa, otorgándole un espacio entre ambos bebés para que el niño lo pudiera abrazar tal como buscaba hacerlo, mismo niño que rio enternecido cuando sus cabellos fueron revueltos por los bebés, en el mismo momento que se le fue dejado un dulce beso en su frente mientras que era envuelto por el dulzón aroma que había extrañado.

Ante la escena, Taehyung no logrando contener el impulso que lo llevó a recortar la distancia con su familia, tomando lugar tras el sillón individual que ocupaba su omega para dejar caer su cabeza en el blanquecino hombro cubierto por su chaqueta, sus labios no demorando en ir a plantar un dulce besó en la mejilla sonrojada a su alcance, para seguido a ello, seguir con el saludo correspondiente a ambos cachorros que se encontraban recostados en el pecho de su ahora prometido y los cuales reaccionaron ante su fuerte aroma, alzando sus redondos ojos para observarlo.

A Taehyung calentándole tanto el corazón que se le fue nuevamente imposible no llevar sus manos a acariciar la tersa piel de sus hijos llenándoles a cada uno el pequeño rostro de sonoros besos que los hicieron chillar alegres, un sonido que calentó aún más el corazón de ambos padres.

— ¡Hey, campeón! — saludó esta vez el mayor al infante que rodeaba con sus pequeños brazos la cintura de su pareja, mismo niño al cual le removió de manera amical con su zurda los rebeldes mechones azabaches haciéndolo quejarse, pero reírse divertido — ¿Cómo se han portado tú y los mellizos? Espero que bien

BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora