Héroe.

7- Segunda primera vez.

Se pusieron de acuerdo para bañarse en distintos baños, Harry habiendo ganado la discusión y dejando a Louis en el baño de su habitación, mientras que él se dirigió al de invitados. Por supuesto que ambos en tiempo récord se prepararon sabiendo lo que pasaría al encontrarse solos en la habitación.

Y pasó. Al mismo tiempo de Harry entrar a su habitación, Louis iba saliendo del baño. Una simple mirada envió miles de corrientes eléctricas por ambos cuerpos, pareciendo conectarlos a la distancia.

No se resistieron más y se acercaron enfrentados. Louis abrazó su cintura para pegarlo a sí mismo y Harry llevó sus suaves manos a las mejillas de su pareja y así unir sus labios con suavidad, aunque de una forma profunda, dando por iniciada su necesitada sesión y lo que daría final a la etapa de reencuentro. Entre dulces besos suaves, profundos, lentos, Harry llevó a Louis hacia la cama para sentarlo en esta y colocarse encima. Ambos cuerpos sentían un increíble peso menos al dejar de tener que limitarse.

El rizado quitó la camiseta del mayor, revelando su abdomen marcado sin verse grotesco, su pecho, ahora tatuado, en el cual durmió tantas veces y sus fuertes brazos cálidos en los que le encantaría vivir.

— Este es nuevo...— Acarició el tatuaje con las yemas de sus dedos.

— Lo es... ¿Te gusta?— Harry sonrió y asintió antes de inclinarse para dejar varios dulces besos y succionando con la viva intención de marcarlo. Louis mordió su labio inferior para contener esos vergonzosos sonidos que peleaban por salir. Harry subió sus besos por su cuello, siguiendo con ese exquisito trabajo hasta volver a enfrentar a Louis.— Quítate la ropa, amor.

— ¿Quieres volver a tener tu show?— Louis sonrió.

— ¿Cómo no hacerlo?— El rizado le dejó un piquito sobre sus labios antes de ponerse de pie. Louis aprovechó para quitarse su propio pantalón, notando como la mirada del rizado iba directamente a su ropa interior abultada.

Harry regresó su mirada a los ojos de su pareja y lentamente bajó su short del pijama, aún siendo cubierto por la larga camiseta. Con una sonrisa traviesa se volteó y tratando de dejar todas sus inseguridades de lado, comenzó a levantar su camiseta hasta quitarla. Louis estaba al borde de explotar ante la belleza que tenía en frente y estaba a tan solo un movimiento de caderas de comenzar a babear. Harry no llevaba ropa interior, por lo que allí ya estaba revelando todo su precioso cuerpo al hombre de su vida una vez más, luego de tanto tiempo y tantos cambios.

El terror se instaló en él y cuando la idea de salir corriendo a encerrarse en el baño se cruzó por su cabeza, Louis se paró detrás suyo y con suavidad lo hizo girarse, para luego guiarlo hasta recostarlo en la cama. Harry se apoyó en sus codos para admirar la imagen de Louis quitándose su ropa interior.

— Joder...— Jadeó sin quererlo y Louis rió, colocándose sobre él, buscando un nuevo beso.

— ¿Qué pasa?— Preguntó con una sonrisa sobre sus labios y Harry bajó sus manos para acariciar sus costados.— De pronto te pusiste tenso.

— Es que sigues siendo tan perfecto, tan hermoso y... Mi cuerpo ya no es igual.— Louis lo miró a los ojos sin poder creerlo.

¿En serio estaba planteando eso? Su polla estaba a nada de una explosión desde que miró su cuerpo por un mísero segundo y resulta que él tiene miedo.

Louis se separó un momento, arrodillándose entre las piernas de Harry y acariciando su cintura, apreció el hermoso cuerpo con vagos reflejos de luz que entraban por la ventana y repartiendo caricias que enviaban corrientes eléctricas por todo el delicado cuerpo, lo miró a los ojos notando una pizca de temor que no le agradaba nada.