Fruto Prohibido

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Se removió sintiendo su interior extraño, cierto, no lo había limpiado el día anterior y seguía teniendo el semen del azabache en su interior, Akutagawa todavía estaba dormido a su lado, y aun no amanecía.

Suspiro enternecido de verlo dormir, aunque en si el cansado era él, se iba a acomodar para dormir otro rato cuando sonó el teléfono del azabache este se despertó agitado viendo al menor y le dedico una media sonrisa.

Akutagawa se desperezo en apenas unos segundos y respondió el teléfono tras beber un poco de agua que estaba en la mesita de noche.

—¿Bueno? —dijo y su rostro se tornó serio escucho atentamente y Atsushi no movió un musculo, no podían escuchar que estaba con una persona, no les convenia que la gente supiera lo que ambos tenían— Si señor estaré ahí en un momento.

Colgó el teléfono y vio al albino, le revolvió el cabello y suspiro.

—¿Una misión? —cuestiono el albino bostezando.

—Si... lo lamento, tengo que irme ya.

Atsushi suspiro y cerró los ojos acomodándose en la almohada.

—No te preocupes, yo debo entregar la habitación hasta la una me quedare aquí recostado un rato.

—Lo lamento... justo en tu día libre, yo...

—Akutagawa —dijo y el azabache lo miro, sólo le decía su apellido cuando estaba a punto de hacerlo enojar... o ya estaba enojado— vete, no pasa nada, ya yo vere que hacer.

Akutagawa suspiro acomodándole el cabello, sirvió más agua de una jarra en una vaso y se lo dio al menor.

—Al menos bebe debes estar sediento.

Atsushi suspiro tomando el vaso, pero sin ánimos de beberlo.

—Sediento, hambriento, sudado, y pegajoso si nos ponemos con exactitudes.

Akutagawa suspiro divertido e hizo una mueca cuando recordó que no había limpiado al menor, pareció que leyó su mente por que el albino suspiro.

—No te preocupes tampoco por eso yo me limpio.

Akutagawa suspiro, no le gustaba dejar al albino así, pero debía apresurarse, tomo su gabardina que estaba tirado en una esquina de la habitación y saco de la pequeña maleta individual negra que llevaba un cambio de ropa de lo demás.

Se dio una ducha rápida para quitarse cualquier evidencia, y se vistió rápidamente, sin embargo, puso a llenar la tina y preparo el baño con sales y burbujas, se arremango la camisa, suspiro lentamente, fue a la cama con él menor que ya se había tomado el agua.

—Ryū ¿ya te vas?

—Si, pero al menos déjame llevarte al baño, abrázame del cuello —pidió y Atsushi sonrió, dejo el vaso en la mesita de noche y lo abrazo del cuello, dejando que lo llevara, lo dejo en el agua caliente, y Atsushi sonrió complacido.

—No te quedes dormido ¿si gatito? O te enfermaras.

—Mmmh —contesto el albino a lo que el azabache suspiro, le beso la frente y se fue, salió por la ventana usando una salida de emergencia, cualquiera sólo hubiera visto una sombra extraña en las sombras de la madrugada.

Atsushi abrió los ojos preocupado, hacia frio afuera y el azabache se podría enfermar, suspiro sentándose en el agua tibia, tratando de limpiar su cuerpo, había sido una noche muy intensa lo debía admitir, pero ahí estaba, Akutagawa ya se había ido y su cuerpo seguía suplicando por más.

Suspiro antes de limpiarse... si tan solo pudiera tener al azabache toda la noche y todo el día, pero lo sabían, comían de una fruta prohibida, les encantaba, pero eran muy conscientes de ello.

Clandestino -Songfic +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora