Capítulo 3: Gokū va camino hacia el mar

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(La mañana del 2 de septiembre del año 749...)

Al final del alba, Son Gokū y Bulma se preparan para continuar su viaje y coleccionar las Bolas de Dragón. Aunque, escondidos a ellos—¡una sombra extraña les está esperando!

(La escena se sitúa dentro de la casa que salió de la cápsula Hoi-Poi en el capítulo anterior. La cámara se pone enfrente de la cara de Gokū.)

—¿Aún no estás lista?— Dice aburrido el niño con pelo castaño. —¡¡Si fueras aún más lenta, te convertirías en una tortuga, ¿sabes?!!— Indica Gokū.

—¡Cállate ya sobre las tortugas!— Regaña Bulma enfadada, la cual se peina su pelo despeinado mirando un espejo. —¡¡La verdadera razón es, te levantas demasiado temprano!!— Explica la chica. Se gira y mira a Gokū seria. —¿Además, podrías dejar de llamarme "tú"?— Pregunta Bulma. —¡Tengo dos años más que tú, ¿lo sabes?! ¡Debería ser referida como "Bulma-san*"!

*-San: honorífico japonés que denota respeto. En español su equivalente sería "Sr." y "Sra."

—¡Muy difícil, así que no!— Dice Gokū mientras observa como la cafetera llena una jarra de café.

—¡¿Qué es lo difícil en eso?!— Le interpela Bulma confusa. Cuando la jarra está repleta del líquido, Bulma la saca y se la echa en una taza. —¿Tú también bebes café?

—¡No me gusta, tiene un sabor agrio!— Gokū pone una cara seria cuando Bulma le pregunta eso. Entonces, Gokū sale de casa. —¡Hora de ejercitar!— Dice.

Gokū corre hacia una roca y la levanta de su sitio original. La abraza forzosamente. —¡¡Nggggggh—...!!— Aplica presión y la parte en pedazos. Luego corre hacia otra roca y la levanta.

—¡Waaah! ¡Waaah!— La tortuga que Gokū pensó que era una roca se agita y gira lentamente su cabeza. El niño la deja en el suelo. —Je...je...— La tortuga recupera su aliento. —Uff, eso daba miedo...

—¡¡¡Ella...ella se convirtió en una tortuga de verdad!!!— Dijo asustado Gokū mientras la miraba aterrorizado. —¿Ves lo que pasó? ¡¡Ya te dije que ibas lentamente!! —La tortuga se mostraba confusa de lo que el niño le decía.

—¿Eh?— Se asoma Bulma por la puerta frontal de la casa. —¿A quién demonios le estás hablando?— Pregunta confundida la adolescente de pelo morado.

—¿Qué?— Gokū mira a Bulma y la tortuga, confuso de lo que está viendo.

—¿Eh?— Bulma mira a la tortuga sorprendida. —¿¡Por qué hay una tortuga!?

—Así que no eras tú...— El niño apunta con el dedo a la tortuga y le pregunta a la chica.

—¡¡Idiota!!— Bulma se enfada y cruza los brazos. Ya tranquila, dice. —¿Pero esto no es una tortuga de mar?— Observa Bulma extrañada. —¿Qué está haciendo por aquí?

—Eh... disculpadme...¿pero podríais darme una taza de agua salada? Si fuera posible, querría unas cuantas algas también...— Pide respetuosamente la tortuga.

—Que tortuga más genial...— Indica Bulma, la cual va dentro y en unos pocos minutos, ella saca un cubo con agua salada y unas algas. La tortuga procede a beberse todo el agua y a comer las algas.

—¡Puhaaah! ¡¡M...muchas gracias!!— Dice la tortuga saciada y satisfecha, echando un suspiro de alivio. —La verdad es que yo...— Indica la tortuga. —...soy una tortuga.

¡¡Eso ya lo podemos ver!!— Explica la chica la obviedad sobre la revelación de la tortuga.

—Una tortuga marina, fui a un pinar a recolectar champiñones Matstutake*, pero me separé del mar, y me perdí...— Explica la tortuga vagamente a los dos niños. —Llevo un año dando vueltas, buscando el mar...

Dragon Ball la Novela: Saga del Emperador PilafDonde viven las historias. Descúbrelo ahora