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Capítulo 2. Inicio

Azul Rosenblum

Levantarme a las 4:00 am para entrenar no es mi tarea favorita, pero necesaria si quiero quedar reclutada como guardaespaldas de Valentino Martinelli no de ningún otro ese mi pase para llegar directo al desgraciado que arruinó mi vida, desde que tengo uso de razón e querido acabar con el pero...

Mis pensamientos se ven interrumpidos con la llegada de mi única amiga Alessia, una chica de un metro 1.65, morena de unos preciosos ojos verdes Desde la infancia siempre hemos estado unidas ella era mi única compañía y yo la suya, en los entrenamientos donde se nos inculca "frialdad" además de que acabaría con nuestros "miedos" un infierno sin lugar a duda.

-Buenas buenas -entra danzando por la puerta- Es hora de despertar Azu

- ¿Te he dicho que odio que me digas así? -pregunto-

-Claro por eso te sigo llamando así Azu -dice la muy descarada- Azu Azu Azu -canta-

-Te odio 

Me tira un beso y desaparece por la puerta.

Al fin

Comenzar mi día con "el pie derecho" fue algo positivo, porque tendría más energía para los entrenamientos, eso me beneficiaria para lograr mi cometido. Me lo recuerdo siempre.

Luego de salir de ducharme, busco en mi closet un enterizo negro del mismo color que mis botas trenzadas. Después de colocarme mi uniforme de entrenamiento por decisión propia, una de las pocas cosas que he podido decidir por cierto. Me veo por última vez en el espejo satisfecha con el resultado antes de salir al comedor. Dónde te encuentras todo tipo de persona, desde hombres tatuados hasta la médula, hasta mujeres con un parche en el ojo, aquí no te puedes fiar de nadie porque te aniquilan en cualquier momento. La unica persona de la que me puedo fiar es Alessia que con hechos me demostró que puedo confiar en ella igual que ella en mi.

Comer aquí junto a todos estos seres despreciables, es peor que la tarántula que me camino por todo el cuerpo la semana pasada en modo de "entrenamiento de control" por lo tanto decido irme a la parte trasera del comedor donde una mesa, diseñada para que los cocineros descansen. Mientras que voy caminando, quedó plasmada en mi sitio cuando escucho una conversación bastante interesante para cualquiera.

-Esta todo preparado- dice el malhumorado Romanov Jefe de entrenamiento, lo detesto pero no puedo negar que hace bien su trabajo-

¿Que está preparado?

-Su llegada es un secreto para todos, nadie lo sabe, Sr. Martinelli- explica

Ups, excepto yo

Para este punto es buena idea esconderme así que me, hacia atrás de unas cajas que parecen ser de suministros.

-Las armas ya están preparadas igual que los hombres en caso de un ataque sorpresa

¿A que se debe su llegada sorpresa? 

-No se preocupe tengo unas muy buenas opciones

Espero ser yo alguna de esas opciones -pienso- Tengo los mejores agentes -dice-

"Agentes" esa es su manera de llamarnos para no decirnos mercenarios, realmente me da lo mismo el término que utilice para referirse a nosotros. La gente nos considera asesinos de sangre fría.

-Todo esta preparado para el aterrizaje de su vuelo el día de hoy

Valiosa información, no llega dentro de una semana, llega hoy.

-Perfecto, la torre de control estará atenta al llamado -corta-

Me escondo antes de que voltee y me visualice. Salgo de mi escondite un par de minutos después asegurándome de que no vuelva.

Termino mi desayuno maquinando todo lo que haré el día de hoy. Una vez que terminó me voy andando hasta el lugar de entrenamiento donde se encuentra Alessia descansando, para contarle lo ocurrido

Alessia - voltea al escucharme-

-¿Que haces aquí? -pregunto-

-Valentino Martinelli -hago una pausa-  Llega el día de hoy.

-QUE!!! -exclama casi gritando-

-Cállate Alessia -le digo- nadie lo sabe- puntualizó- tampoco se pueden enterar.

-¿Cómo lo sabes -pregunta-

Porque es tan curiosa.

-No es momento de preguntar, lo que tienes que saber hasta ahora es que llega hoy, no dentro de una semana -continuo- tenemos que entrenar, no podemos desaprovechar la oportunidad que tenemos

-Cuenta con eso -asegura-

...

6 HORAS DESPUÉS

Entrenamos hasta casi desfallecer, nos queda el tiempo suficiente para arreglarnos discretamente para su llegada, cosa que tiene a Alessia muy preocupada porque a pesar de saber manejar sus nervios ahí ciertas situaciones que la sobrepasan, está es una de ella, le encanta tener el control de la situación, saber lo que va a pasar, y cuáles seran sus movimientos.

Pero se que se esfuerza por mantenerse serena, lo está logrando, cualquier persona que no la conozca lo suficiente no se daría cuenta. Pero yo que si la conozco como la palma de mi mano, puedo jurar que está apunto de arrancarse toda su manicura.

Mantenernos serenas es complicado, incluso para mí, sabiendo que somos las únicas que conocemos dicha información, en toda la central, información que ya no es tan confidencial, pero puedo manejar los nervios mucho mejor sin duda.

De un momento a otro suena el megáfono.

-Todos al salón principal, entrenamiento sorpresa- anuncian.

Mentira, es la fachada para mantener a todos tranquilos que llegue alguien como Valentino Martinelli a la central no es algo que suceda a diario, llegan clanes mafiosos, políticos, gobernadores conocidos requiriendo nuestros servicios de seguridad. Pero no alguien como Valentino Martinelli, el número uno en la mafia siciliana, el dueño de toda la droga que se mueve en Italia y toda europa.

Nos movemos hacia el salón principal, ordenados en una fila, como no los exigieron. Al llegar visualizo una mesa redonda con una vista directa al ring de combate, arcos de tiro, el espacio de desactivación de bombas y misiles que nos harian volar en cuestión de segundos, por una simple equivocacion como desconectar el cable incorrecto.

En la mesa se encuentran cinco personas:

1.Valentino Martinelli.

2. Dominic Romanov El jefe de entrenamiento.

3. Federico Martinelli, hermano de Valentino Martinelli.

4. Martin Romanov, Dueño de la central.

5. Bogdan Kuznetsova, hombre de confianza de los Martinelli.

Los Martinelli eran mi objetivo, para llegar directamente a mi propósito, tenía que destacar en esta prueba si o si, fallar no era opción cuando estaba tan cerca.

Que empiece la prueba decisiva.