CAPÍTULO 13

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Rosse

—¡Vete al infierno!

Lancé el jarrón sobre la mesa hacia el espejo del tocador con rabia. En un segundo el espejo se hizo añicos cayendo sobre el suelo de baldosas. Miré fijamente los pedazos mientras sentía que los latidos de mi corazón se aceleraban.

—¿Rosse? Dios mío, ¿qué estás haciendo? —Mamá jadeó mientras caminaba apresuradamente hacia mí. —¿Estás loca? —Me agarró del brazo y me apartó de los cristales rotos del suelo. —¿Qué estabas haciendo? Te puedes hacer daño. —Saqué mi brazo de su agarre y la miré

—Estoy herida mamá, ya estoy herida —grité.

—Rosse...

—No puedo soportar la forma en que Avan me ignora. Cuando esa zorra estaba aquí se aferraba a mí como si su vida dependiera de ello. Solía ser tan dulce y cariñoso. Pero ahora me evita cada vez que voy a verle. —me agarré el pelo y grité.

—Rosse, el querido Avan es Alpha ahora. Tiene mucho trabajo que hacer. —dijo mamá, dedicándome una sonrisa.

—No, no tiene mucho trabajo mamá. Se lo está inventando como excusa para evitarme. Ya lo sé. Cuando esa zorra estaba aquí buscaba la manera de acercarse a mí. Siempre se salía con la suya, aunque tuviera mucho trabajo. Pero ahora, aunque no tenga trabajo sigue poniendo excusas cuando le digo que pase tiempo conmigo.

—¿Es eso cierto? ¿De verdad Avan está haciendo eso? —jadeó mamá. Yo asentí.

—No puedo dejar que pase mamá. No puedo dejar que me ignore así. ¿Y si se lía con otras mujeres, incluida esa zorra de Bridgette? —Aprete los dientes.

—¿Por qué piensas así? ¿Quién es más guapa que tú en esta manada? Los hombres siempre son lujuriosos. No importa si tienen Mate o no. Cuanto más guapa es una chica, más atractiva la encuentran los hombres. —respondió mamá.

—Tienes razón. No podía gustarle Bridgette porque no era hermosa ni atractiva a sus ojos. Pero... —giró la cabeza hacia mí. —Y ahora no dejaré que vuelva con ella. Pase lo que pase.

—Lo sé, mi hija es guapa e inteligente. Ella nunca podría fallar. —le sonreí a mamá.

—Gracias mamá.

—No te preocupes, después de unos días comenzará el evento de caza y tú eres la mejor mujer loba de la manada así que Avan no podría dejarte atrás. Solo usa esto como una oportunidad y no lo dejes escapar. —escuchó. Le devolví la sonrisa ya que podía entender claramente lo que quería decir. Asentí de nuevo.

—No te preocupes mamá.

Cuando mamá se fue, me dirigí a mi armario. Elegí la lencería más sexy. Sonreí cuando la miré. Me la puse rápidamente.

La lencería es casi transparente ya que solo cubre una pequeña parte de mi pecho y mi feminidad. Avan nunca podrá ignorar esto. Ya que no escatimará su tiempo, lo seduciré hasta que ceda. Cogí una bata de seda y me la puse para salir de la habitación.

Cuando llamé a su cuarto de estudio, le oí decirme que entrara. Sonreí y me ajusté la bata, perdiendo el nudo y exponiendo un poco mi pecho, y luego entré. Lo vi sentado en la silla de cuero negro de su despacho. Me mordí los labios y caminé hacia él contoneando las caderas con sensualidad.

Al oír el chasquido de mis tacones, levantó la vista y su mirada se detuvo en mi pecho. Sentí que se excitaba y sonreí con satisfacción. Sabía que no podría ignorar mi cuerpo pasara lo que pasara.

—¿Por qué estás aquí? —Preguntó mientras tiraba la carpeta que tenía en la mano sobre la mesa auxiliar. Sonreí seductoramente

—¿He oído que el evento de caza comenzará pronto? —Asintió con la cabeza. Respiro hondo cuando me acerco a él sonriendo. —¿Me vas a llevar contigo? —Pregunté roncamente e incliné mi cuerpo hacia él. Sus ojos se clavaron en mi pecho. Levanté mi mano y la puse sobre su pecho. —Avan ha pasado tanto tiempo. Te he echado tanto de menos. —le susurré al oído.

ONYX: Eres solamente "Mía" -MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora