MARRY ME || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

13- Disimular nunca ha sido tu fuerte

NICK

Cuando recibí el mensaje de Taylor me encontraba en casa con mis padres; Taylor vendría con los suyos y con la excusa de mis padres de volvernos a juntar todos para recuperar el tiempo que habíamos perdido desde que Taylor y yo nos habíamos mudado a países diferentes.

En el mensaje no especificaba nada, solo que tenía que contarme algo sobre Alan y que éste, volvería de nuevo a España a visitar a su familia.

Que excusa más buena para irse a revolcar con la otra persona.

O quizá es que estaba acojonado e iba a España para contarle todo a su amante con la idea de; o de cortar relación y seguir con la boda, o seguir con él pero con cuidado de que Taylor no sospechara nada.

Lo que él no sabía es todo lo que Taylor estaba haciendo y de las cosas que sabía gracias a que no había sido para nada cuidadoso intentando ocultar su doble vida.

- Entonces...¿tú y Taylor?

Mi madre me había hecho la misma pregunta unas tres veces y con distintas respuestas a todas ellas. Y la verdad es que no tenía una respuesta exacta para contestar. Pero todo se resumía en "nada"

Taylor y yo no éramos absolutamente nada.

- No hay nada mamá.

- ¿Se han besado?

- Mamá...

- Vamos Nick, nunca te ha dado vergüenza hablar de estos temas - siguió hablando mientras preparaba algo de café antes de que viniera Taylor con sus padres.

- Y no me da vergüenza, ya sabes como soy. Pero prefiero no hablar del tema...es algo complicado.

- Complicado eres tú - me ofreció una taza de café - estoy segura de que ni siquiera dejas que se acerque a ti. Eran tan orgulloso...

Como me conocía joder...

- ¿Y qué quieres que haga, mamá? ¿Qué deje que se me acerque cuando está con alguien más?

- El no ama a Alan, y luego está el tema del plan. No seas tonto Nick, haz lo que te apetezca cuando tengas a Taylor cerca.

- Son muchos años escondiendo lo que siento, no tienes idea de las ganas que tengo de besarlo.

- Pues simplemente hazlo; bésalo.

Era pensar en besarlo y se me ponía la piel de gallina. Por que sí, nos habíamos besado, pero sólo habían sido dos besos de a penas unos segundos que me habían dejado con ganas de más. Besos cortos pero intensos, de esos besos que son difíciles de olvidar.

Taylor y su familia llegaron a la media hora; yo quedandome en la cocina sentado detrás de la isla mientras Taylor se dedicaba a preparar la cena frente a mi.

Que puto dios griego era cuando cocinaba.

No habíamos hablado desde que había entrado a la cocina. Pero el simplemente se subió la camisa hasta la mitad de sus brazos, se puso un mandil de cocina y comenzó a picar los ingredientes. Movia sus manos haciendo que se marcaran las venas de sus brazos, mordía sus labios y fruncia el ceño cuando estaba concentrado y a mi verlo así me estaba poniendo realmente mal.