Razvan
La observo dormir, su cuerpo desnudo envuelto en sabanas de seda. Se siente irreal.
Por mucho tiempo deseé estar con Elena, jamás pensé en presionarla pues sabía que tendríamos nuestro momento.
Acaricio su rostro sacando un suspiro de su parte logrando que se acerque más a mi cuerpo.
Observo mi pasado, todo lo que pase, lo que sufrí y las cosas que hice; se ve como si fuese la vida de otra persona. Nunca imagine si quiera que algún día podría gozar de felicidad, los demonios solo tienen un propósito y al terminarlo simplemente regresamos a donde pertenecemos.
Pero ahora, la observar dormir a mi mujer verla con tanta paz es que se que es el lugar donde quiero mantenerme por siempre.
Aun puedo escuchar los gemidos de mi mujer mientras la penetraba duro.
Joder
Recuerdo lo cálido que fue estar dentro de elle, probarla y tocarla fue más de lo que pude imaginar.
Elena es mi adicción, mi locura y completa perdición.
-Hola.- regreso a la realidad al escuchar la voz de mi mujer, quien me sonríe, me inclino y beso castamente sus labios.
-Buenos días mi dulce Elena.- acaricio su rostro que comienza a sonrojarse.
-Estoy desnuda.- susurra y sonrío apegándola mas a mi cuerpo, da un pequeño respiro al sentirme de la misma manera.
-Yo también.- mi voz comienza a tornarse un poco más ronca y es que aún no e tenido suficiente de mi mujer, y creo que jamás tendré suficiente de ella.
-Razvan.- susurra mientras comienzo a acariciarla.
-Necesito tenerte nuevamente Elena.- confieso mientras mis dedos de adentran en ella, asiente completamente perdida en la bruma del placer.
Remuevo las sabanas para colocarme sobre ella, entre sus piernas, comienzo a besar sus labios de manera lenta y pausada disfrutando del momento, tomo sus manos y la sujeto sobre su cabeza. Me adentro en ella de un solo golpe.
-¡Ah!.- gime fuertemente
-Maldición.- murmuro perdido en el éxtasis de volver a sentirme en su interior.
Acelero mis movimientos escuchando a Elena gemir, beso su cuello y lo muerdo mientras siento esos pequeños espasmos que recorren mi cuerpo, ambos sudorosos. Me siento llegar.
-¡Ah!.- ambos gemimos al llegar al éxtasis del placer. Termino dentro de mi mujer.
-Te amo Razvan.- me sonríe por lo que le regreso el gesto.
-Te amo.
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-¿Cómo se la pasaron?.- pregunta Loan mientras observamos el entrenamiento de mis hombres.
-Mejor que nunca.- sonrío recordando todos los momentos en que hice mía a Elena.
-Puedo imaginarme.- sonríe mientras niega.
Después del maravilloso fin de semana que pase al lado de mi mujer, llegaron los demás.
Sabemos que el momento se acerca y estamos preparados.
Elena a estado entrenando junto con Gabrielle y a mejorado bastante, me siento completamente orgulloso de ella.
-¿Qué hay de ti y la princesa Stephany?.- pregunto mientras ambos caminamos alrededor del campo.
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THE DARK KING (actualizando)
FantasiaPor mucho tiempo te busqué... Por mucho tiempo te soñé... Por mucho tiempo te anhelé... Eres mía. Tu cuerpo, tus labios, tus carisias, tus sueños, tu alma. Me perteneces completamente. Tómame. Aquí estoy. Te pertenezco. Ahora y en la eternidad.