Mi peor enemigo, Instagram

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Al considerar que no tenía oportunidad de volverlo a ver, pregunté a Toni que podría hacer para tener contacto con él, me dio su número celular, yo realmente no quería escribirle y no lo hice, al menos por ese momento.

Para esta etapa de la historia, ya sabía hasta el usuario de su madre, en qué trabajaba y la relación aparentemente distanciada tenía con su padre, dónde estudió y que carrera está siguiendo. Todo esto con mis habilidades de stalkeo en Instagram. 

Fui así que se me ocurrió que debía mandarle un mensaje con esta red social, recuerdo esto, y me pregunto por qué perdí mi dignidad tan rápido. Pero viene aquí la anécdota, no recuerdo exactamente que le dije, pero en primer lugar le envié una solicitud, la cual aceptó, pero no me la devolvió 

Debí parar en ese momento, pero no lo hice. Decidí eliminar la aceptación, porque me sentí despreciada, posteriormente, decidí mandarle de nuevo. Lo sé, ya debí parar ahora sí, pero no, quería perder mi dignidad por penúltima vez. Decidida, cogí valor, y le escribí un mensaje directo: Hola, no te he visto durante un tiempo, ¿por qué no vienes al cross?

Jamás recibí  una respuesta, realmente me sentía devastada, le dije a mi amiga que viera si hubo alguna señal de vida, mediante una reunión de zoom, me dijo que al parecer lo vio, pero no lo respondió, dado que él tenía la configuración de recibir nuevos mensajes y él decidía si aceptaba o no contestarlos. Conversamos con ella, acerca de qué hacer ante esta situación, y se nos ocurrió borrar el mensaje. Hasta aquí era necesario terminar, no lo hice.

Con esta siguiente acción perdí mi última gota de dignidad, decidí volverle a escribir. El entrenador me dijo, que le comentó Sebastián, que le llego el mensaje, pero tenía la configuración de no recibir mensajes directos. 

Ante toda esta situación, todo lo anterior había creado confusión en mi mente, y aquí apareció mi amiga Sofi, con quien ahora comparto muchos momentos juntas. En ese momento ella no me conocía, pero me ayudó, enviando un segundo mensaje, nunca lo vi, pero me dijo que fue relativo a por qué ya no viene el cross. Imagínense qué pasó, nunca respondió.

Nunca fui tu novio de alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora