Omake: Naruhina 2

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Naruto se quedo parado mirando la figura de su esposa. La mirada que esta le dirigía le transmitía muchas emociones, Amor, deseo, lujuria y otras más que no era capaz de describir. Se acerco a la figura, le quitó el sostén y admiró completamente la figura desnuda de su esposa quien no paraba de sonreirle de forma coqueta. Tomó uno de sus pezones y lo pellizco, provocando que un gemido saliera de la Hyuga y sacando una sonrisa del rubio.

Naruto: Te debo una disculpa, Hime. No te he dado la suficiente atención como es debido, pero creo que ahora como esposo, debo consentirte

Hinata: L-Lo entiendo, Naruto-Kun. Se que has estado ocupado con tus responsibilidades, no te tienes que disculpar -diría la ojiperla, que cerraba sus ojos al sentir las manos de su marido explorar su cuerpo.

Obligandola, de forma gentil y seductora a mirarlo a los ojos, éste conectó su vista con la de ella.

Naruto: Sí, debo hacerlo. ¿Que clase de esposo sería entonces si dejara a mi mujer desatendida?

Los ojos azules de Naruto no se apartaron de los perlados de Hinata. Sus manos tomaron el rostro de la mujer y unió sus labios a los de ella.

Sus manos no pararon de explorar el hermoso cuerpo que tenía frente a él. Ella rodeo su cuello con sus brazos, hundiéndose más en el candente beso. El Uzumaki se separo de ella y la empujó hacia la cama. Le abrió las piernas y vio la intimidad completamente húmeda de la Hyuga.

Naruto: Sate, Sate Sate, estas tan mojada como un manantial, hime. ¿Tanto me extrañaste?

Hinata: Tu me provocas esto, así que es tu culpa. Cómo esposo, debes tomar respons...–no pudo terminar de hablar ya que Naruto atacó su coño con su lengua, lo que provocó un fuerte gemido.

Mientras la Hinata gemía, Naruto atacaba a más no poder los labios vaginales con su lengua y mordisqueaba su clítoris. Movía su lengua con más ímpetu y enterrándola dentro del delicioso coño. Unas manos se posaron sobre su cabeza que le impedían que se separara.

Hinata: Ah ah Naruto-Kun ah yo... yo me– intento articular Hinata, pero se le fue difícil ya que el rubio aumento la velocidad con la que lamía la intimidad de su mujer.

Su cabeza fue firmemente presionada mientras bebía los jugos que no paraban de salir. Tras haber bebido hasta la ultima gota, se subió a la cama, colocándose encima de la Hyuga que jadeaba por el orgasmo.

Se colocó justo encima de ella, con su miembro apuntando a la entrada que lo llamaba. Dio una estocada y su verga entro, gruñendo al sentir que las paredes del útero de su esposa.

Hinata: ¡KYYYAAAAA!–Hinata soltó un grito al ser penetrada.

Sin esperar por una señal, empezó a embestir a un ritmo suave.

Hinata: Más... más... más rápido, por favor. Dame más, Naruto-Kun–jadeo Hinata sintiendo el miembro de su esposo tocando todos sus puntos sensibles.

En respuesta el Uzumaki solo aumento su vaivén, sacando fuertes gemidos de la ojiperla.

Naruto: Jejeje ¿es esto lo que querías, Hime?

Hinata: Si, justo así. ¡DAME MAS FUERTE, MAS FUERTE!

El rubio solo aumentó más las embestidas, golpeando con fuerza los puntos más sensibles de la Hyuga. Naruto solo se inclino y se metió uno de los pezones de Hinata a la boca, chupándolo con fuerza a la par que mordisqueaba sus pezones. La mencionada era ahora solo una masa de puros gemidos con la mirada enloquecida y sus piernas rodeando la espalda del Uzumaki.Siguieron así por mucho tiempo. El sonido de piel golpeando piel podía escucharse claramente por todas partes al igual que los gritos y los gemidos de la pareja que hacia el amor.El ritmo de sus embestidas aumento al sentir su fin acercarse y las paredes vaginales lo apretaban.

Naruto: Me voy... a venir, Hime. ¿Dónde lo quieres?–fue lo unico que pudo articular como pudo el rubio, perdido por el placer y su dominio

Hinata: ¡ADENTRO, CÓRRETE DENTRO DE MI Y TENGAMOS OTRO HIJO!–grito la Hyuga con gran éxtasis.

Ante tal demanda de su mujer, no le quedó de otra que hacer caso. Dio unas embestidas más y finalmente se corrió en el útero de su esposa. Las paredes vaginales lo apretaban a más no poder, exprimiendo el delicioso néctar que salía de él. Tras finalmente acabar, cayo encima de la ojiperla, que lo abrazo.

Naruto: Eso estuvo... increíble, Hime–dijo el rubio intentando coger aire, recostándose a su lado.

Imaginen que está como el barba lo mandó al mundo, además de sudado por el amor****

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Imaginen que está como el barba lo mandó al mundo, además de sudado por el amor****

Hinata: Jeje gracias.

Se quedaron así un rato hasta que ambos se empezaron a besar nuevamente y sintieron el miembro del Uzumaki endurecerse nuevamente. Esto hizo que Naruto le diera una sonrisa traviesa. Hinata solo se estremeció ante aquella mirada, esta noche no iba a dormir, pero ello honestamente le sentó de maravilla, dado que sólo habían compartido su momento de pareja, el día que Boruto fue concebido.

Naruto: ¿Lista para la ronda 2?–pregunto el rubio mirando a la ojiperla que palidecía, dado que posiblemente necesitara una silla de ruedas.

Y sin esperar una respuesta, cambiaron de posiciones y comenzaron a hacerlo nuevamente. Así siguieron durante toda la noche sin dejar dormir a nadie que pasara cerca de su hogar o viviera cerca. Internamente el matrimonio agradecía que Konohamaru y Hanabi cuidaran de Boruto por hoy.

Fin del Cap.

El Renacer del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora