Capítulos 29 - 31

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CAPÍTULO 29

«El muy amargo final».

—¿No estás feliz ahora que has dejado tu trabajo, tesoro? —Mi madre sonrió cuando la fui a recibir al aeropuerto un par de semanas después—. Dime que siempre he tenido razón.

—¿Qué? Estabas completamente equivocada. Te acabo de decir que renuncié, y mi último día es el próximo viernes.

—Bueno, al final te arrepentirás, JungKook. Nada bueno en la vida llega a aquellos que renuncian.

Negué con la cabeza y le señalé el coche. Lo único que lamentaba era haberla invitado a Seúl durante todo un fin de semana. Dado que Taehyung estaba llevando a Baekhyun a Disney World por su cumpleaños y Hoseok estaba empezando otro nuevo trabajo este fin de semana, pensé en hacerle de guía personal por la ciudad, uno de los muchos deseos que todavía tenía que tachar de su lista.

«Debí haber esperado otro par de meses».

—Buenas tardes, señor Jeon —Eunwoo salió del auto y nos abrió la puerta trasera—. Buenas tardes, señora Jeon.

Mi madre sonrió y entró primero.

—¿Tienes un itinerario planeado para nosotros, JungKook?

—Sí, pero no comienza hasta mañana. Tengo algunas cosas que mudar de mi oficina hoy, y tengo que estar en mi apartamento dentro de dos horas.

Me miró por unos segundos.

—¿Fue tu jefe tan malo, tesoro? ¿Estás seguro de que no estás sólo imaginando cosas?

—Él no está imaginando cosas —dijo Eunwoo, sonriéndome por el espejo retrovisor—. Créame.

—Gracias —le dije, y él me guiñó un ojo.

—Bueno, si usted lo dice —dijo mi madre, pareciendo aceptar las cosas finalmente.

Empecé a cambiar de tema, para preguntarle si había algo en particular que quisiera comer esta noche, pero mi madre me recordó con rapidez que no pensaba abandonar el tema de mi renuncia.

—¡Mira a Bill Gates! —Me miró—. Él nunca se rindió.

—Él abandonó la universidad.

—Steve Jobs nunca se dio por vencido.

—También abandonó la universidad.

—Bueno, Ellen DeGeneres…

—Ella sólo duró un semestre en la universidad.

—Bueno, esos son sólo tres ejemplos. —Sacó su teléfono—. Déjame encontrar algunas personas que admires para que puedas reconsiderar tu decisión.

Miré por la ventana y contuve un suspiro.

Para cuando llegamos a mi apartamento, mi madre me había leído las biografías de más de ochenta “empresarios” que no se habían dado por vencidos, y no tenía la energía para decirle que A) Ninguna de esas personas estaba actualmente viva y B) La mitad de ellas eran personajes de ficción de los libros más vendidos.

El portero nos sonrió mientras nos dejaba entrar, y mi madre por fin se rindió. Revisé el buzón y noté que estaba lleno de hermosas y brillantes tarjetas de empleados de Kim’s International.

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QUERIDO SEÑOR JEON,
Por favor no nos dejes con él.
Gracias.
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QUERIDO SEÑOR JEON,
¿Puedo ir contigo? (Sí, solo yo)
No creo que mi trabajo sea seguro si usted no está cerca.
Gracias.
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AVISO DE DOS SEMANAS - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora