La victoria frente a Nueva Zelanda que los llevó a liderar la tabla de su grupo fue suficiente motivo para la dirigencia para organizar un asado en festejo del avance de fase en el mundial sub 20 junto a las familias de los chicos.
Todo el plantel disfrutó el evento, desde ver y participar en cómo preparaban la comida (en el caso de Luka que estaba fascinado) hasta cantar en el karaoke junto a los animadores que habían contratado para la fiesta. Cuyo material audiovisual se encontraba dentro de las cámaras del CM y de varios de los chicos, como Soulé, el jugador de la Juve, que había grabado la presentación de Malambo del delantero de Rosario Central en su celular como todo un profesional.
El único percance que hubo fue que al hacerse en un quincho al aire libre, porque eran muchos los comensales, el frío de San Juan caló fácilmente por sus camperones celestes de la selección. Además que al finalizar, porque como toda cosa en este mundo tiene su final, varios de los chicos se quedaron con las ganas de continuar la celebración o distenderse en su defecto y no irse a dormir como el horario establecía -aunque ya lo habían roto por la comilona-. De modo que, en ese momento, pasada la medianoche, Máximo, jugador del City eataba siendo principalmente obligado por Valentín Gómez su ex compañero en Vélez, estaba escabullendose por los pasillos del hotel a la pieza de Valentín Barco y Agustín Giay.
Se hacía ahí, principalmente porque ahí estaba el capitán del seleccionado, el jugador de San Lorenzo, Giay, y nadie iba a pensar que el referente de los chicos haría algo tan irresponsable como esa reunión sorpresa en medio de la madrugada. Por supuesto que no. Mucho menos que fue un poco -muy- influenciado por el pelirrojo del plantel que quería concederse esa travesura.
Llegaron a la dichosa pieza y tras tocar la contraseña secreta, los dejaron pasar. Al entrar se encontraron con alrededor de al menos diez chicos reunidos en la pieza, del total, cinco distribuidos entre las camas, tres en el piso y el par de sillas del hotel más los dueños del espacio moviendo cosas para hacer espacio. Todos manteniendo el pacto de silencio, o de no hacer tanto ruido, para no despertar sospechas del plantel técnico. Entre ellos sabían que después de cierta hora ya no iba a preocuparse qué tanto o no escándalo hagan porque los mayores iban a estar durmiendo y a no ser que alguien más se queje, estarían a salvo de cagadas a pedo.
—¡Buena, hermano! —Exclamó Juan al ver que sacaban una botella de cerveza de uno de los cajones. Estaba ubicado en una de las camas y se ganó los golpes de Brian y Alejo por el volumen utilizado—¡Auch!
—¿Cómo la consiguieron? —Preguntó con un acento tucumano bien marcado Maestro Puch desde el piso.
—El colo la traficó —Explicó Agustín entre risas abriendo la bebida y sirviendo en los vasitos de plástico que también había contrabandeado de la cena. —La trajó dentro de su abrigo.
—Mis respetos —Bromeó Luka, el chico de doble nacionalidad, palmeando el trasero del colorado que pasaba frente suyo.
—Che pensé que íbamos a ser menos —cambió de tema el pelirrojo.
—Es que me invitaste y le hablé a Val, que es como culo y calzón con Maxi—Matías, acostado sobre una de las camas, señaló al jugador del Manchester City y al de Velez. —Lo incluí a Ale porque dormimos juntos, entonces él le habló a Bri y Bri a Nacho —Señaló a los jugadores de Rosario, Newells y Atlético Tucumán.
—Yo me sume por Luka —Aclaró el de Huracán.
—De cómo se sumó Maxi —Agregó Alejo recibiendo uno de los vasitos y pasando a cada uno de los presentes el suyo.
Agustín agradeció en su interior que llevaran extras por si acaso. En la botella todavía quedaba algo.
—No seas malo —Regañó Brian.
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juego de la botella [maxileng]
Fanfictiondespués del asado por pasar de fase en el mundial sub20, los chicos se reunen en una pieza para seguir celebrando × todo es ficción