La siguientes semanas fueron como ver un video en bucle: me levantaba diciendo que ese día empezaría a ser mejor para Charlie, luego hacia mis labores en el Hotel, pasaba el resto del día en mi taller de patos, a veces haciendo unos nuevos, a veces llorando, pero siempre terminaba a media noche en el bar, tomando y pensando en Lilith.
Todas esas veces Alastor llegó a las 2 am, mandó a Husk a dormir y me llevo a mi cama, me arropó y se fue. No volvió a darme más reproches.
El último viernes de ese mes, lo detuve, lo atrajé hasta mí, quedando muy cerca hasta sentir su respiración acelerada.
—¿Acaso el licor le pudrió el cerebro? —estaba enojado y con su sonrisa tensa. Pero no se alejó.
—¿Qué buscas con todo esto? —masculle. El rodó los ojos.
—Es la tercera vez que me pregunta lo mismo.
—¿Por qué me traes hasta aquí sabiendo que puedes dejarme en el bar para que Charlie me vea en mal estado?
—Porque no me interesa que la princesa se vuelva a decepcionar del desastroso padre que le dio la vida.
Muy diferente a las demás ocasiones, eso no me enojó, de hecho compartía su opinión de mi.
—¿Por qué? ¿Qué tiene que ver la felicidad de Charlie con tu intento de dominar el infierno?
—Dominar el infierno no es mi único interés —respondió tajante. Empezaba a intentar alejarse, pero no me di cuenta de que yo estaba aplicando demasiada fuerza.
—Pero es el más importante.
—Charlie es optimista, pero no idiota, sabe que el cielo está planeando un contra ataque y no necesita más problemas.
—Eso no resuelve mi duda...
—No me interesan sus dudas.
—Recuerda que le hablas a tu rey —masculle jalando un poco más de su camisa, ya casi rozando su nariz. Pero no, no tenía planeado besarlo, él aún no era dueño de mis pensamientos.
—Un rey que no sirve para nada.
—Un rey que aún puede patearte el culo.
Se quedo mirándome con odio por unos minutos, hasta que, cansado y consiente de su inferioridad, suspiró.
—No es necesario esperar a ser perfecto para estar presente en la vida de su hija. Ella va a entenderlo si usted va y le cuenta como se siente. Incluso ser escuchado le ayudará.
No respondí, de nuevo él tenía razón y ese simple hecho me había pasmado. Luego de un par de segundos en silencio, caí en cuenta lo cerca que estábamos, lo cálida que se sentía su respiración y el olor de su perfume, fue la primera vez que lo olí consientemente. Su ceño estaba fruncido a más no poder, su sonrisa a punto de volverse una mueca y sus ojos rojos brillantes titiraban de enojo.
Ahí si me dieron ganas de besarlo.
Pero yo que culpa, estaba hasta los calzones de ebrio.
—¿Puedo retirarme? —masculló con notable fastidio.
—¿Por qué, Bambi? —sonreí llevando mi mano libre a una de sus orejas, nunca creí que fueran tan suaves. De inmediato escuché su gruñido y de nuevo intentó en falso escapar— ¿No te agrada estar así conmigo?
—Ja-Ja, no, prefiero morir de nuevo.
—Lo dices como si mi presencia no fuera apetecible.
—No lo es.
Torci mis labios algo ofendido. Este tipo no tenía ni idea de cuanta gente en el infierno, en la tierra y aún en el cielo me deseaba.
—Entonces lárgate —mascullé empujándolo levemente. Sin esperar un segundo él se incorporó y organizó su ropa—. Otra duda, ¿qué no duermes?
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Vals del Infierno || AppleRadio
Fanfiction╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗ VALS DEL INFIERNO ╚═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╝ A veces la vida es como un baile, sube, baja, cambia de ritmo cuando menos lo esperamos. A veces bailamos solos, otras tenemos una pareja y de vez en cuando es una...