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El beso no era para nada tierno, era uno salvaje. Nuestras lenguas chocaban, mordía y tiraba de mi labio inferior sacándome un leve quejido. Mis manos viajaron a su pecho donde pude sentir sus fuertes pectorales.
Se me estaba acabando el aire, pero él no tenía ningun problema con continuar, yo tampoco, pero ya no podía seguir.
Terminé el beso y éste comenzó a repartir besos en mi cuello. Sus grandes manos me apretaban contra él, acaricié sus fuertes brazos.

—Esto es lo que querías... —hablé como pude, su tacto me quitaba el aliento.

—¿Tu no? —su voz se escuchó ronca y sexy.

Los besos viajaron desde las clavículas hasta la comisura de mis labios, él repartía esos toques por ahí, pero yo quería que me besara como hace unos minutos. Me acerqué a sus labios dispuesta a besarlo pero rápidamente alejó su rostro y me miró con una sonrisa burlona.

—¡No juegues conmigo! —me quejé.

Soltó una risa y asintió mientras me empujaba contra la pared, sus brazos bajaron a mis muslos, mi falda estaba un poco levantada por lo que sentí sus calidas caricias. Después de unos segundos, me levantó y enrolle mis piernas en su cintura.

—¿Por qué jugaría contigo? —y nuestros labios volvieron a unirse.

Mi cuerpo ya estaba ardiendo. Lo que mi cuerpo sentía era totalmente diferente.
Con mis manos, acariciaba su cabello.
Con un brazo me sostenía y con el otro rodeaba mi cintura. El chasquido de los besos era lo único que resonaba en todo el departamento.
Llegó el momento donde debíamos separarnos, el salvaje momento nos había agotado. Él posó su cabeza en mi hombro.
A pesar de estar cansada, no quería parar, quería que me tocara y que me besara. Acerqué mis labios a su oído, quería provocarlo.

—¿Esto es todo lo que tienes? —mi voz salió dulce.

Eso pareció molestarle, ya que comenzó a mordisquear mi cuello, no paraba de explorar con sus manos mis muslos, mi trasero, apretujó éste y solté un quejido.
Sin detenerse, me llevó a una habitación y me recostó en la cama.
Cerré mis ojos disfrutando de sus toques en mi abdomen, la falda ya estaba muy subida debido a los movimientos, hasta se podía ver mi ropa interior. Sin poder esperar, guíe sus manos hasta el comienzo de mis senos.

Esto era algo nuevo para mi, quería que este tipo me haga suya las veces que quiera. No podía esperar tanto.
Agarré el borde mi blusa y la quite rápidamente quedando en sostén. Él no se quedó atrás y se quito su camisa tirándola al piso.

Admiré cada detalle de su abdomen, era duro y firme, llevé mis manos y comencé a tocarlo, su piel ardía, pero era suave. Rodeé con mis brazos su cuello y lo besé nuevamente. Él se acomodó entre mis piernas y con una mano comenzó a presionar mi intimidad. Sentí un fuerte hormigueo en esa zona. El castaño se dió cuenta de mi reacción y soltó una leve risa.
Sus dedos se movían por encima de la tela y ya estaba mojada. Quería más.

—Tócame más, por favor. —le rogué apenada.

Al instante sentí como introducía sus dedos en mí. Solté un gemido tratando de cerrar las piernas, pero éste lo impidió. Comenzó a moverlos con más rapidez, estaba tratando de tranquilizarme o al menos parecer tranquila, pero era imposible.

Últimamente el trabajo me impidió tener contacto con muchas personas. La última vez que salí con alguien había sido hace dos años y yo me tuve que ir por una llamada de urgencia del bufete. Me disculpé y quise volver a tener una cita con él, pero éste no me respondió más. Esa fue al última interacción que tuve con un hombre de manera íntima.
Dejé de buscar ese tipo de relaciones porque si ni siquiera tenía tiempo para mí misma, menos iba a tener tiempo para mí pareja. Pero esta vez, quería desligarme de mí trabajo, del bufete, de mí familia. Tenía que empezar a pensar en mí misma.

Cada movimiento era una tortura. Mí zona íntima estaba por explotar, mis piernas temblaban, mis sentidos se nublaban. Tapé mí boca al darme cuenta que estaba gimiendo muy fuerte. Sinceramente, me sentí un poco avergonzada, pero al instante, él repartió mordiscos y besos por mí hombro.

—No te calles. Esto aún no termina...

Cuando sentí que estaba a punto de venirme, él quitó sus dedos. Éste me miró con picardía, otra vez.

—Que apresurada eres...

—¿Disculpa? —nos reímos.

Él sacó en condón del buró que estaba a un costado de la cama. No tardó en quitarse el pantalón junto al boxer y ponerselo.

—Y la apresurada soy yo... —se acercó a mí una vez más. Su rostro estaba a centímetros del mío.

—Empecemos esto...

...

Jungkook | povs.

Desperté al sentir que ya era bastante tarde, miré el reloj del mueble que está aún lado y marcaba las 10:26 de la mañana. Escuché un fuerte suspiró a mi lado que me hizo recordar la increíble noche.

—¿Qué hora es? —preguntó la chica levantándose rápidamente. Con las sábanas cubría su cuerpo.

—Casi las 10:30 —se agarró de los pelos y yo me reí— ¿Que pasó?

—Deberia estar en el trabajo... —y me miró con los ojos entrecerrados— Esto es tu culpa.

—¿Por qué? —contraataque.

—Porque me trajiste a tu casa. —acercó su rostro al mio. Ella se veía hermosa a pesar de estar recién levantada.

—Tú no quisiste ir a la tuya y aceptaste venir a la mía —con mí mano, aparté un mechón de pelo—. No será el fin del mundo que faltes un día al trabajo, querida.

Se acercó más, sentía su respiración en mí rostro y las ganas de besarla no faltaron. Cerré mis ojos esperando el beso, pero no sentí nada. Abrí los ojos y ella estaba poniéndose su ropa. Yo solo me puse un pantalón y me acerque a ella.

—Dime tu nombre —le ordené—. Me gustaría verte otra vez.

—¿Para qué? —acomodo su ropa y me miró— ¿Otra vez me traerás a tu departamento?

—Si eso es lo que quieres...

La tomé de la cintura y la apegue a mí. Nuestros ojos conectaron. Por unos segundos, fue como ir al cielo.

—Debo irme... —me dió un beso en la mejilla.

Ella salió de la habitación, yo la seguí por detrás. Tomó su bolso y caminó hacia la puerta, la abrió y giró para mirarme.

—La pasé increíble...

Y se fue.

Mí respiración era rápida, mis mejillas estaban rojas y mí rostro caliente.

Yo también la pasé increíble...

¿Por qué no lo narré completo? Ya van a verEspero les gusteee

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¿Por qué no lo narré completo?
Ya van a ver
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liar man | j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora