Cap. 8. Segundo Volumen; EL NIDO ACOGEDOR

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     Desde su inauguración, 'El Nido Acogedor' iba en auge, semana tras semana hubo lleno absoluto. La bandada de pájaros de Parque Nuevo estaba feliz de extender sus alas y volar directamente a su nuevo hogar en 'El Nido Acogedor'. Aunque también acogió a una serie de criaturas nuevas, aquellas que no se atrevían a aparecer en el parque. Los peligros potenciales en el parque al aire libre eran demasiado grandes para las almas tímidas, que no podían reunir el coraje de los más pícaros para traspasar las fronteras de nuestro oscuro reino. Estaban, por ejemplo; los estudiantes universitarios y los niños mimados nacidos en buenas familias, que tenían miedo de cruzar el umbral, o los que entraban sigilosamente y se escondían entre los arbustos para observar lo que estaba pasando. Pero esta nueva guarida se había convertido en un paraíso para ellos; entraban pavoneándose, confiados y sintiéndose seguros. Las luces cálidas, el órgano electrónico, la cerveza espumosa: todo encajaba perfectamente con esos jóvenes que buscaban un poco de romance. Venían al bar como si fueran a una fiesta universitaria; un par estudiaba en la 'Universidad Tamkang', otros dos en la 'Universidad Soochow', varios en la 'Católica Fu Jen' y bastantes en la de 'Cultura China'. También venía un chico atlético de la Facultad de Educación Física que siempre vestía vaqueros azules ajustados y zapatillas 'Adidas' blancas; era capitán del equipo de baloncesto 'Dragón Dorado' [1]. Otro chico de pelo rizado largo y bigote extravagante, un cantante prometedor del departamento de música de la 'Academia de las Artes ' que había escrito una canción llamada "Tus ojos ardientes". Algunas noches, después de cerrar, cuando los estudiantes universitarios no se querían marchar, se quedaban para escucharlo cantar mientras sentado al órgano:

Tus ojos ardientes

queman mi corazón,

tus ojos ardientes

queman mi alma.

Levanto mis manos

y alzo las cenizas de mi amor.

El cielo está desierto.

La tierra ha envejecido.

Las montañas se han derrumbado.

Los mares se han desbordado.

Y sin embargo yo,

mi amor,

¿por qué no puedo entenderlo?

Controlar mis sentimientos

que son indestructibles.

     Cantaba con pasión y aflicción mientras ladeaba la cabeza y el largo cabello le caía hacia un lado. Tenía los ojos cerrados, el ceño fuertemente fruncido y las mejillas ardiendo, como si estuviera abrumado por el dolor. Los otros estudiantes se agolpaban a su alrededor, boquiabiertos, escuchándolo fascinados. Pequeño Jade y yo, escoba en mano, barríamos el suelo lleno de basura. Él refunfuñaba por lo bajo al ver que los universitarios no se marchaban a casa y no nos dejaban cerrar e irnos a descansar. Muchos de los estudiantes estaban emparejados y los poquitos que estaban solos probablemente estaban sufriendo por un desamor. El novio del cantante, un estudiante extranjero del Departamento de Lenguas Extranjeras de la Universidad Nacional de Taiwán, lo había dejado un mes antes para regresar a Singapur. Todos decían que era un chico guapo y de ojos brillantes.

HIJOS DEL PECADO (Crystal Boys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora