La publicista de Taylor Swift se encontraba en la parte de afuera de la linda mansión, se podía ver por la fachada que era como una casa normal de la ciudad de Los Ángeles, California, hace un buen rato que no veía a la cantante, la verdad es que la quería mucho y la extrañaba también, aunque siempre ha tratado de llevar las cosas pintando su raya profesionalmente, la apreciaba demasiado como a una hija, no iba a llegar con las manos vacías, desde hace mucho que no miraba a los bebés de Taylor, solo una vez, para ser honesta, es cuando los vio, ansiaba mucho conocerlos nuevamente, seguro que habían cambiado bastante desde ese entonces, una caja enorme con bombones para ellos sería el regalo ideal para un par de pequeños.
La rubia abrió la puerta contenta, a pesar de las circunstancias por las que iba a visitarla, le alegraba mucho verla nuevamente, ella es quien siempre le ayuda en todo y la acompaña a sus premiaciones y eventos, con normalidad, Tree era muy buena.
—¡Hola Carol! — Swift la abrazó.
—Hola, Taylor— rio ante el efusivo abrazo, por la llamada la verdad la escuchó demasiado derrotada, triste o cansada, necesitaba saber con urgencia lo que pasaba por su vida. —¿Cómo estás? —
—Estoy muy bien, adelante, pasa—
Dieron pie a la sala principal de la mansión, Travis estaba parado cargando a los dos bebés, quienes miraban curiosos quien era esa nueva visita, no era alguien a quien estuvieran familiarizados, ¿Quién era esa mujer pelirroja?, Taylor la guio hasta a ellos para presentarlos de nuevo.
—Ahí están Evie y Charles— dijo contenta.
—Oh, Taylor, no puedo creer esto, están tan grandes, ¿En que momento pasaron de ser unos recién nacidos a estos bebés tan enormes? — estaba genuinamente asombrada, podía ver como es que la niña era toda la cara de su padre, y el niño, de su madre, Kelce y Swift, mellizos, hermanos, iguales pero diferentes, podían distinguirlos sin problema. —Tienen tus lindos rizos— le pareció adorable, Carol solo tuvo una hija, y aunque ya era una joven adulta, siempre iba a recordar su dulce infancia, seguro que Taylor estaba haciendo los recuerdos más lindos con sus pequeños en su enorme descanso luego de la gira.
—Lo sé— rio. —Me gustaría que siguieran siendo unos bebés, pero supongo que deben crecer—
—Hola, Travis— Paine le habló, no es que no quisiera saludarlo, solo que se dejó llevar por la impresión de los bebés, esperaba que él no pensara mal de su educación.
Y dicho y hecho, Kelce ya estaba imaginando que Tree lo odiaba, un tanto exagerado, pero su mente estuvo siendo un mar de locura y dudas con respecto a su visita. —Hola, Carol—
—Deberíamos sentarnos, vamos—
Todos pasaron a la enorme sala principal, Carol les entregó la caja a los pequeños, Taylor les daría después los bombones, ellos no comían dulces todavía, pero suponía que ya era momento al menos para probar solo uno, no iba a despreciar el regalo de Tree.
Mientras conversaban de cosas triviales acerca de su vida, Travis miraba todo ansioso, él no era nadie malo, pero si le preocupaba mucho que Carol pensara mal de él, ahora comprendía como es que su esposa se sentía la mayor parte de las veces con respecto a la ansiedad y el estrés, la mente puede darte malas jugadas, casi siempre sin quererlo.
Charles no se despegaba de su papá, estaba mirando con cuidado a Paine, todavía no podía comprender quien era esa señora, el pequeño estaba sentado en el regazo de su padre, observando con esos ojos azules penetrantes la escena, su madre platicando muy cómoda con aquella persona.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...