"Entre los susurros de los dioses, las verdades emergen, tejiendo un tapiz de revelaciones y dudas en el camino de Jezebel."
Londres.
Jezebel
Jezebel se encontraba sentada en un café acogedor, observando el vaivén de la gente que pasaba por la calle. Había pasado un mes desde que dejó el tranquilo pueblo donde había encontrado a Joans, y las emociones seguían revoloteando en su mente como mariposas inquietas.
A pesar de haberse alejado físicamente de Joans, su presencia seguía siendo tan vívida como siempre en sus pensamientos. Cada recuerdo que tenía con él era como una chispa que encendía un fuego en su corazón, haciéndola cuestionar las decisiones que había tomado y preguntarse qué habría sido si las cosas hubieran sido diferentes.Aun le dolían las palabras que dijo aquella noche.
Jezebel, sumida en sus pensamientos, esperaba a Han en el café, cuando una pareja entró y llamó su atención. La chica era hermosa, con cabello plateado que brillaba bajo la luz del café, y el chico a su lado le resultaba familiar. Entonces, reconoció al chico como Alex, el mejor amigo de Joans.
Una oleada de emociones encontradas la invadió al ver a Alex. Por un lado, se preguntaba si él sabía algo sobre Joans y cómo estaba después de su partida. Por otro lado, no sabía si Joans también lo había olvidado a él. Mientras seguía cuestionándose si acercarse o no, su mirada se posó determinadamente en la chica que acompañaba a Alex. Observó detenidamente su rostro, tratando de recordar de dónde la conocía. Entonces, de repente, la memoria golpeó como un relámpago: era la misma chica que había irrumpido en su habitación hace un mes, llena de furia mientras ella hablaba con Joans.
El corazón de Jezebel se aceleró al recordar aquel encuentro. Recordaba claramente la intensidad en los ojos de la chica, su ira palpable mientras la miraba. Pero lo que más le sorprendió fue verla con Alex.
¿Qué conexión tienen?
Jezebel estaba llena de dudas, deseando que Han estuviera allí para que pudiera ver por sí mismo. ¿Cuánto más iba a tardar? Se reprochó internamente, todavía indecisa sobre si acercarse para preguntarles directamente. Sin embargo, sus pensamientos se detuvieron cuando la pareja se sentó cerca de ella. Por suerte, les estaba dando la espalda, pero aún así pudo escuchar lo que estaban diciendo: hablaban sobre Joans.
Jezebel sintió como si el tiempo se detuviera por un momento mientras escuchaba la conversación de la pareja. Su corazón latía con fuerza en su pecho, sintiendo una mezcla de ansiedad y curiosidad por lo que estaban diciendo sobre Joans.Cada palabra pronunciada por la pareja era como un eco en su mente, alimentando su necesidad de respuestas y aumentando su intriga sobre la conexión entre la chica y Joans.
Sin poder resistir la tentación, Jezebel se giró ligeramente en su asiento, tratando de escuchar más claramente lo que decían.
-¿Qué conexión tienen? -preguntó Alex.
Jezebel se quedó petrificada al escuchar la pregunta de Alex. ¿Conexión? ¿Novios? La sorpresa la dejó sin aliento por un momento, mientras su mente trataba de procesar la revelación inesperada.
¿Joans y la chica plateada estaban en una relación? La idea le golpeó como un puñetazo en el estómago, dejándola aturdida y confundida.Mientras trataba de asimilar la noticia, su mente se llenó de preguntas. ¿Desde cuándo estaban juntos? ¿Por eso la chica entró así ese día? Y lo más importante, ¿por qué le dolía tanto enterarse de esto?
Una mezcla de emociones tumultuosas la invadió: dolor, confusión y una pizca de celos. Se sentía traicionada y herida, como si una parte de ella se hubiera desmoronado al enterarse de que Joans había seguido adelante sin ella.
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Ecos de un Amor Perdido
Teen Fiction"Ecos de un Amor Perdido" es una historia conmovedora sobre el amor efímero y el dolor duradero de la pérdida. Jezebel, una joven apasionada por la mitología y las historias antiguas, se encuentra atrapada en el torbellino de un romance con Joans, u...