Muñeca de azul Adam x Emily (Adamsweet)

cap 2

Es otro día y otra semana en el cielo, una serafín se encontraba jugando cartas con una exterminadora peliblanca y mano derecha de Adán, las dos estaban felices y contentas de pasar ese pequeño tiempo compartido por las dos incluso se podría decir q las dos gustaban de la compañía de la otra

Adán, el primer humano no se encontraba jugando con ellas pero estaba en el mismo lugar, el se dedicaba a verlas jugar mientras q con un lapicero escribiría en un pergamino algo aparentemente privado ya que no dejaba q nadie, ni siquiera lute, lo viera.
Luego de unos largos minutos de trabajo y juego por fin la tarde había llegado y la mañana se había ido, Adán solto un suspiro grande y pesado para luego tomar el pergamino, enrollarlo y hacerlo desaparecer para que luego aparezca en el cajón de su oficina personal, el hombre camino hacia las dos jóvenes peliblancas y se sentó al lado de ellas dos para compartir algo de su tiempo con la inocente niña y con su fiel amiga

—que juegan?—preguntó algo interesado posicionando uno de su brazos en su pierna y apoyando su cabeza en la mano del mismo brazo, le dio una miradita con intenciones de atención a emily y luego volvió a mirar al frente

—nada señor, jugábamos karioka para matar el tiempo.. que tanto ah hecho? Paso toda la mañana ocupado y escondido—menciono lute en tono de reclamo hacia Adán para que tome conciencia de su ignoro hacia ellas aun que supiera muy bien el porqué, la chica noto la mirada de su jefe hacia su reciente amiga. Sonrío levemente ante esto, no estaba segura si le gustaba que Adán y emily se tirarán miradas

Adán asintió desinteresado por la respuesta de lute, estiro sus brazos para luego bostezar escandalosamente casi soltando un grito y luego volver a su posición anterior—sabes que soy el líder de los ángeles exterminadores, no?.. lute?—menciono Adán con un tono algo molesto, lute se volteo a mirar a su jefe algo desconcertada por el tono pero respondió positivamente tomando una bocanada de aire antes de soltar alguna palabra, lute abrió la boca y antes de poder soltar o articular alguna palabra fue interrumpirá por Adán quien le ganó la palabra y se dirigió hacia emily con un tono dulce pero a la misma vez autoritario

—vez? Es increíble..  es lo que digo siempre, solo las chicas calladas son las que escuchan, pero como lute esta todo el tiempo bla bla bla nunca escucha lo que le digo, así es, incluso olvido que soy su jefe y q tengo demasiado papeleo q debo terminar por el próximo mes.. tu si me escuchas verdad Emily?—hizo la última pregunta volteandola a mirar con todo su cuerpo dando la espalda a lute, la joven serafín asintio algo apenada por lo que le acababa de compartir su mayor, se acercó hacia el y tomo su mano con delicadeza dándole a entender que se compadeció d el y q le daba su "apoyo"

La peliblanca al ver el como su jefe la menospreciada de esa forma con cosas q ni siquiera eran ciertas.. del todo, hizo una mueca de molestia mostrando su desagrado ante la situación, le dio una vista rápida a emily con algo de celos y enojo en su mirar como si estuviera diciendo "aléjate de el" "no tomes su mano" "no lo trates como una victima" sin darse cuenta la angel miro por tiempo prolongado a la serafín con la mueca de enojo en su rostro. Cosa q noto la niña, le dio una miradita fugaz a lute al sentir su mirada penetrante en ella tomando la mano de Adán, rápidamente se sintió algo incomoda y culpable haciendo q suelte su mano con rapides y desespero cosa q desconcertó a Adán ya que estaba empezando a disfrutar de las pequeñas caricias q daba d vez en cuando la pequeña en su mano con su pulgar

El hombre miro hacia atrás por reacción de instinto y observo la mirada de lute, este solo se la devolvió y luego se levanto de su lugar acomodando su ropa y estirando su polera con algo de molestia, antes de irse a hacer alguna otra cosa Adán con su mano le dio una caricia a emily en su cabeza y se alejo de ella con cuidado, a lute solamnete la miro con enojo y se marchó

—lo siento..—se disculpo emily como si ella hubiera sido quien la había tratado mal, cabizbaja avergonzada mientras jugaba con la tela de su vestido celestial