𝐋𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐥𝐚

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— Una perla tan pequeña, no puede convertirse en un humano.

— Una perla tan pequeña, no puede convertirse en un humano.

— Una perla pequeña...

Humano.

Hace miles de años, el dios del océano se enamoró profundamente de una humana. Su devoción a ese amor hizo que entregara su corazón, atrayendo la desgracia por esa acción. 

Su ciudad bajo el agua se derrumbó, y en medio de los escombros, una lágrima se convirtió en una perla, y la perla adquirió voluntad.

Resplandecía solitaria, en medio del olvido y la oscuridad, esperando ver de nuevo a su Dios caído. Al Dios de Lemuria que había abandonado todo por seguir a su destino.

"¿Las perlas también pueden convertirse en humanos?"

Imposible.
Imposible.
Imposible.

Pero entonces, cientos de años después, en medio del silencio de las profundidades del océano, una luz brillante descendió creando sombras en el pasado olvidado. Sus gentiles manos tomaron a la perla y le dieron un alma y un cuerpo humanos con una condición.

El ser divino se la mencionó al oído, y en medio de lágrimas, la perla ascendió a la superficie.

𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚 𝐏𝐞𝐫𝐥𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora