⧽10⧼

293 7 3
                                    

𝗘𝘀𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗱𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮

Aldo despertó algo confundido, no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior, trató de recordar y lo logró, recordó la imagen de Roier siendo penetrado por Aldo, con lágrimas en sus mejillas, sus labios inchados y gimiendo.
Y oh, Dios... Esos hermosos gemidos que parecían el bello canto de los ángeles, que a cualquiera le encantaría escuchar...

Aldo miró a su alrededor y notó que Roier estaba dormido, se veía demasiado tierno en sus ojos, sus largas pestañas brillaban con la luz del sol que entraba por la ventana y su respiración calmada lo hacía ver más bello de lo que ya era, de verdad que Aldo estaba enamorado de ese hombre.

Aldo intentó levantarse, lo cual logró y volvió a mirar a Roier, viendo como este comenzaba a despertar, dando un pequeño bostezo, wow... Ese bostezo fue lo más lindo que había escuchado en su vida, aparte de la voz de Roier gimiendo su nombre, claro estaba.

Roier estiró sus brazos y volteó a ver por todo el cuarto, miró hacia su izquierda y se encontró a Aldo desnudo mirándolo, que incomoda situación era esa, Roier se sonrojó y solo dió un pequeño salto en la cama por el susto, a lo que Aldo dió una risita - 𝘘𝘶𝘦́ 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘳𝘦𝘴... - Dijo Aldo aún riendo un poco, a lo que Roier solo frunció su seño - 𝘊𝘢́𝘭𝘭𝘢𝘵𝘦 𝘺 𝘢𝘺𝘶́𝘥𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘭𝘦𝘷𝘢𝘯𝘵𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘺 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘪𝘦𝘳𝘯𝘢𝘴... - Aldo asintió y se acercó a Roier, dándole un pequeño beso, para después separarse y comenzar a cambiar a el menor.

Después de vestir al menor, limpiarlo y darle algunos besos Aldo le dijo que iría a hacer el desayuno, Roier se quedó mirando su ropa, Aldo le había puesto una suéter corto rosa pastel, una falda de cuadros del mismo color, unas calcetas un poco largas y unos zapatos blancos, le gustaba como se veía, era una bonita combinación de colores, y amaba que Aldo lo aceptaba tal y como era.

𝑹𝒆𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂:

Roier sacudió su cabeza, saliendo de sus pensamientos, saliendo de su cuarto con algo de dificultad, apoyándose en todo lo que podía para poder bajar sus escaleras, sus caderas dolían y ni hablar de sus piernas, bajó el último escalón, viendo a Al...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Roier sacudió su cabeza, saliendo de sus pensamientos, saliendo de su cuarto con algo de dificultad, apoyándose en todo lo que podía para poder bajar sus escaleras, sus caderas dolían y ni hablar de sus piernas, bajó el último escalón, viendo a Aldo en la cocina, este volteó a ver a Roier, le sonrió y volvió a concentrarse en cocinar, la casa olía a jugo de naranja, y la verdad aquel olor solo hacía que a Roier le diera más hambre.

Roier se sentó en una silla de la mesa, Aldo apagó la estufa y se acercó al menor con dos platos en sus manos, después volvió a la barra de la cocina y tomó dos vasos que contenían un líquido anaranjado, Roier suponía que era jugo de naranja, al ver como Aldo se comenzaba a sentar Roier le habló, terminando ese silencio, el cuál no era incómodo, era cálido - 𝘎𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴... - Sonriendo Aldo solo dijo un leve "𝘋𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢" con una sonrisa en el rostro mientras comenzaba a comer, a lo cuál Roier hizo lo mismo.

Al terminar de comer todo Roier se levantó y trató de levantarse para llevar los platos a lavar, pero falló y calló al suelo, o bueno, eso hubiera pasado si Aldo no hubiera reaccionado tan rápido, tomándolo de las caderas evitando que se callera el plato y se rompiera.

Roier se sonrojó al sentir las manos en sus caderas - 𝘕𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘤𝘦𝘳𝘮𝘦, 𝘺𝘢 𝘴𝘦́ 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘺 𝘪𝘯𝘤𝘳𝘦𝘪́𝘣𝘭𝘦 - Dijo el moreno con una sonrisa alegrando un poco el ambiente, escuchando como una risa salía de los labios de Roier.

Pasaron un par de horas, los dos chicos habían decidido ver algunas películas, ya que Aldo se iría en unas cuantas horas a casa de Osvaldo ya que haría un vídeo con este, estaban abrazados viendo "Deadpool" Ya que Roier quería volver a verla desde hace mucho, y pues, Aldo no se pudo resistir y aceptó.

De repente un celular vibró, Aldo volteó a donde estaban puestos estos aparatos y vió que alguien le había mandado mensaje, era Osvaldo, alcanzó a leer de reojo un "Ya vienes?" en la pantalla, a lo que rápidamente pausó la película, dejando a Roier confundido - ¿𝘗𝘢𝘴𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰? - El mayor solo se paró y fué por unos zapatos - 𝘗𝘦𝘳𝘥𝘰́𝘯 𝘙𝘰𝘪𝘦𝘳, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘖𝘴𝘷𝘢𝘭𝘥𝘰 𝘺𝘢 𝘮𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰, 𝘺𝘢 𝘮𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘳, 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘭𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴, 𝘴𝘪? - Dijo Aldo refiriéndose a la película mientras le dejaba un beso en la cabeza a Roier, tomaba su celular y salía del cuarto casi como si su madre lo fuera a regañar, Roier solo cruzó sus brazos y asintió, escuchó como la puerta principal se abría y cerraba casi al instante.

Estaba en su cuarto pensando qué hacer para no aburrirse, hasta que fijó su mirada en una caja, si, esa caja que contenía los vestidos que había pedido desde hacía días, se levantó de su cómoda cama y tomó la caja en sus brazos, llevándose esta al baño, para después entrar y empezarla a abrir, dejando ver unos pares de vestidos al aire.

¿𝗖𝘂𝗮́𝗹 𝘀𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗮𝗿𝗶́𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗼?

ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷

Hola, ¿Cómo andan? ¿Todo bien?

Espero que sí, pero bueno, vengo a disculparme de nuevo por la tardanza, últimamente no me encuentro muy bien de salud y no he tenido tantas ideas, pero espero y este capítulo les haya gustado.

Como siempre, me despido, los quiero mucho y gracias por todo el apoyo, ya casi somos 130 seguidores y eso se los agradezco mucho, los amo, hasta luego <3

𝟵𝟯𝟰 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀

&quot;¿𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼 𝗼 𝗰𝗮𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼?&quot; | 𝖠𝗅𝖽𝗈𝗂𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora