- Adelante.
Sana vió entrar por la puerta a la hermosa mujer que para su suerte, Jeongyeon había contratado, si, se había enojado con ella por no consultarle, pero en el fondo le agradecía grandemente.
- Buenos días Sana, aquí está tu café - puso el café sobre el escritorio sin percatarse de la presencia de la Minatozaki menor.
- Buenos días, muchas gracias Jihyo - la miró a los ojos, y luego a Mina - Ella es mi hermana menor - Jihyo se dió la vuelta mirando a la chica que había visto hace un rato, se sorprendió un poco.
- Mucho gusto, Mina, creo que ya nos habíamos conocido antes - bromeó haciendo reír a Jihyo.
- Bueno, no las molesto más, empezaré a hacer mi trabajo, si necesitan algo me llaman - cerró la puerta mientras seguía sonriendo.
- Wow, ella es realmente linda, y no solo físicamente, es muy agradable - confirmó Mina.
- Si, pero no la mires demasiado - decidió bromear la mayor, lo que hizo que Mina se planteara una duda en su cabeza.
- ¿Te gusta? - soltó sin más.
Sana solo la vió y río, obvio no le gustaba, solo le parecía hermosa, con sus ojos café, su cuerpo de muñeca Barbie, sus labios carnosos y rosados, una linda nariz y su cabello oscuro y corto.
Wow, realmente sonaba enamorada.- ¿Que dices Minari? Obvio no, solo me parece atractiva, deja de imaginar cosas que no son - dijo un poco sonrojada por la pregunta de la menor.
- Ajá si, hasta se tutean, muy sospechoso.
- Mina, sabes que no me gusta que me hablen de usted, ni mucho menos por mi apellido, prefiero que me llamen por mi nombre - La miró fijamente viendo como se levantaba del sofá.
- En fin, ¿Cómo va todo con Miyeon? - preguntó cambiando de tema, no quería discutir sobre algo que no estaba segura.
- No muy bien, ya sabes, ella se ha portado algo indiferente conmigo, y últimamente ha estado saliendo mucho en la madrugada - Mina la miró extrañada por lo que acababa de decir, ¿Saliendo de madrugada?
- ¿Cómo que saliendo de madrugada? Sana, eso puede ser muy peligroso.
- Lo sé, mira, las últimas dos semanas siempre escucho su celular entre las dos y tres de la mañana, es muy raro todo, ella siempre sale muy rápido. Me preocupo por ella.
- ¿No has hablado de esto con ella? -
- No, pero tampoco quiero hacerlo, siempre discutimos, quiero paz, pero con ella simplemente no la tengo, así que trato de evitar cualquier cosa que traiga peleas - Mina iba a hablar cuando apareció Yoo por la puerta.
- Buenos días chicas, Sana, tu reunión con el señor Chou ya casi comienza - dijo Jeongyeon mientras revisaba algunos papeles que sostenía en sus manos.
- Si, gracias por recordarme Jeong, ya se me estaba olvidando completamente.
Se despidió de su hermana y le dijo que se mantuviera en la oficina hasta que volviera, no quería que Momo le gritara otra vez en el teléfono si a la menor le pasaba algo. Mina solo asintió, obviamente no iba a obedecerla, para ella iba a ser muy aburrido quedarse en esa aburrida oficina, así que salió a caminar un rato, compraría algunas cosas y luego volvería.
Mientras tanto, Jihyo hacia su trabajo, limpiaba y limpiaba los pasillos de la empresa, era algo cansado, si, pero su hija lo valia, el solo pensar que podría sacarla de su situación hacia a Jihyo feliz.
Aunque, aún pensaba en el paradero de Daniel, tenía varios días desaparecido, y, siendo sincera, Jihyo deseó que no volviera más, cada día que había pasaba con el se dió cuenta que lo odiaba, pero no podía entender por qué seguía con el, o bueno si. Jihyo tenía miedo de separarse de Daniel, pero no por que lo amara, definitivamente no, ella solo tenía miedo de que se pusiera agresivo ante su idea y acabara de una vez por todas con su vida.
Decidió no darle más vuelta al asunto y terminar de limpiar, ya que Jeongyeon le había comentado que Sana la quería en su oficina apenas terminara su junta.
-
- ¿Se puede saber dónde demonios estás? - Sana alejó el teléfono de su oído debido a los gritos de Miyeon al otro lado de la línea.
- Miyeon, ¿Quieres calmarte? Estoy en mi oficina aún, luego iré a cenar con Mina, no sé a qué hora llegaré a casa - dijo con seriedad.
Lo último que escucho Sana fue un quejido seguido de un sonido que indicaba que su novia le había colgado el teléfono. Supuso que estaba molesta, pero no le tomó importancia, esa mujer era realmente irritante.
- Lo siento por eso - Jihyo solo la miró en silencio, eran de esas miradas que dicen "no te preocupes".
Sana no pudo evitar sonreír a la linda mirada que le dió la contraria.- Bueno, como decía, mañana debes encargarte de traer esos papeles a mi oficina, puedes pedirle ayuda a Jeongyeon con eso.
- No, está bien, puedo hacerlo - Sana asintió, y sin más de levantó tendiendole la mano a la contraria, lo cuál esta aceptó terminando en un apretón de manos.
Ambas sintieron un cosquilleo en sus espinas dorsales, pero eso era algo que no iban a admitir.
Mina solo las veía, deseando que se soltaran de una vez para ir a comer, su estómago estaba rugiendo de hambre y esas dos no parecían estar en este mundo.
- ¡Sana apresúrate, muero de hambre! - Si, le parecía muy lindo ver la escena, pero no podía seguir esperando, su estómago iba a tragarsela a ella si no comían pronto.
Minatozaki solo le dió una sonrisa cálida a Park y finalmente salieron de la oficina, Jihyo quedó adentro para limpiar, mientras que las dos hermanas se dirigían al restaurante. La menor de las dos pudo notar a su hermana pensativa todo el camino.
- ¿En qué tanto piensas? - preguntó finalmente rompiendo el silencio en el auto.
- ¿Hmm? - en ese momento Mina supo que Sana estaba en su mundo, así que decidió dejarla tranquila.
Por qué así era, Sana estaba en su mundo, pensando en Jihyo.
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"Sálvame" [Sahyo]
Roman d'amourMinatozaki Sana, una mujer de nacionalidad Japonesa de carácter un poco duro, dueña de una de las empresas más prestigiosas de Corea, ubicada en Seúl. Park Jihyo, una chica surcoreana muy dulce y tímida que entra a trabajar en la empresa de Minatoza...