CAPÍTULO 6

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—Kereem... ¿Amor? —Kereem parpadeó varias veces y en su visión apareció Sanem.

Su ceño se arrugó y se levantó de golpe.

—Nunca habías dormido hasta tan tarde... —Él observó el reloj digital.

Eran las nueve de la mañana.

—¿A qué hora te dormiste? —Sanem tenía muchas preguntas esta mañana, pero él negó.

—Casi no podía dormir, salí a la terraza en la madrugada y... —se rascó los ojos—. Me daré una ducha, dame un momento.

—Malih nos espera... —Y Kereem la miró.

—De acuerdo, lo haré rápido; si quieres, puedes adelantarte.

—Solo le diré que vaya a un salón y le daré la orden a un guardia que lleve a la chica, que nadie lo sepa... hasta que lleguemos y decidamos qué hacer. Pero creo que es mejor que lo hablemos antes, llegar a improvisar, solo nos hará ver débiles.

Kereem lo estuvo pensando toda la noche, pero incluso le dolió la cabeza.

—Tal vez... quizás debemos decirle a nuestra familia la situación. No quiero avergonzarte, pero...

—He pensado, una opción —Sanem se sentó a su lado como si estuviera preparada.

—¿Cuál es? —Kereem la miró por un momento, y asintió para que continuara.

—Creo que para nuestra familia será muy extraña la entrada de esa mujer. Así que podemos hablar de que se trata de una prima... una prima mía.

Kereem abrió los ojos.

—¿Una prima?

—Sí, podemos decir que es hija de mi tío, Coré... el que se fue a Omán.

Kereem asintió lento.

—Eso es mejor, decimos que su madre murió, y ella está un poco perdida, así que mi tío me contactó y yo decidí recibirla, al menos hasta que él esté estable en Omán.

Kereem asintió.

—Sí...

—Si ella sale embarazada pronto...

—Un día a la vez, Sanem... —Kereem tomó su mano y ella asintió.

—Bien. Iré a avisarle a Malih. Disfruta de tu baño.

Kereem soltó el aire cuando cerraron la puerta y se metió en la ducha, dejando que sus ojos se cerraran y que su cuerpo se ambientara al agua fría. La imagen de esa mujer le generaba todo, pero lo que más relucía, era una rabia indescriptible.

Se puso un traje gris oscuro, y peinó su cabello hacia atrás cuando salió directo al salón donde de seguro ya estaba Sanem, y nada más entró, él pudo ver que su esposa se encontraba con Malih.

—Majestad... —Él hizo una reverencia y Kereem se sentó en el sofá con Sanem—. La señora me ha dado la información.

—Me adelanté un poco... —Él asintió hacia ella sin problema y luego miró a Malih.

—Una cosa más, Malih... ¿Ha tenido revisiones médicas para saber si es fértil?

Sanem pasó un trago y Malih no dudó en dar la respuesta.

—Todo su historial médico está en el iPad y la información que deseen de ella. Está en perfectas condiciones.

—Bien... —Kereem cortó—. ¿Dónde está ella? Debemos dejarle claro muchos puntos.

JUEGOS DE ENGAÑO Y SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora