Dos Colores

Prólogo

El primer cuerpo que había llegado a la mesa de la doctora Cage fue el detonante para que ella amara su trabajo de por vida. Era un día normal y uno en donde nadie había tenido que darle malas noticias a nadie, la delincuencia estaba al margen por la policía británica, algo bastante notable.

"Dos Colores, Ojos Raros"

Ese apodo le perseguía por donde fuese, desde pequeña había sido blanco de burlas por su heterocromía, el nombre resonaba cada vez más en su cabeza cuando hacía su trabajo, su padre muchas veces le había dicho que eso no importaba, que era algo de lo que sentirse orgullosa, era su cualidad, aquella que la volvía especial, pero esa no era la palabra que ella utilizaría para el momento que estaba viviendo.

-Concéntrate chica de Ojos Raros, necesitamos este informe para el final del día.

El jefe a cargo de su pasantía en el Hospital Royal la presionaba más que a los demás estudiantes que estaban ahí con ella, muchos ayudantes le decían que era porque él le veía potencial, no como a los demás, pero a veces ese exceso de confianza le molestaba, se llevaba las peores partes y como resultado de ello, fallaba en sus informes.

Cada vez que regresaba a casa con lágrimas en los ojos contaba su día a su madre, era frustrante, aquel jefe de pasantía era terrible, pero lo daría todo por salir adelante, se lo había prometido a su padre y lo cumpliría.

A medida que llegaban pacientes nuevos a su mesa, desarrolló nuevas técnicas para averiguar la causa de muerte en las autopsias, muchas dejaron impresionado al jefe encargado, con mucho esfuerzo pudo hacer de sus informes algo pasajero y su trabajo más llevadero, terminando aquella pasantía con honores y recibiendo su tan preciado grado en Criminología.

Al tiempo de trabajar en el mismo hospital en el que fue interna, había pasado por muchos casos que le habían conferido confianza y méritos frente a las autoridades, tanto que ella era la primera opción para las autopsias de cadáveres en las investigaciones más importantes.

-Doctora Cage.

Un día el capitán Williams llegó personalmente para ofrecerle una alianza para un caso extremadamente delicado, hace ya un tiempo que habían estado siguiendo el rastro de un grupo potencialmente peligroso que habían cometido varios asesinatos dejando los cadáveres a diestra y siniestra, pero lo peor no era eso, sino que al investigarlos a fondo, resultó ser que se trataba de una banda que ingresaba de manera ilegal varios tipos de drogas al país, los probaban en cualquier desdichado que encontraran para luego abandonarlos por no pasar las pruebas, necesitaban averiguar la causa de muerte de cada uno dependiendo la droga que utilizaban ya que cada cuerpo que encontraban, estaba en perfectas condiciones.

-El último candidato que tenemos es igual a los tres anteriores -le mencionaba dándole los expedientes- no tienen signos de lesiones físicas, lo más seguro es que sea algo interno.

-¿Los laboratoristas no reconocen nada?

-Son sustancias desconocidas, no podemos reconocer si es envenenamiento o algo más.

-Está bien, tráiganlos cuando puedan, estaré ansiosa de verlos.

El día de ingreso de los tres cadáveres, el operario del hospital le había dado la ficha principal donde registraban a los "pacientes", el problema fue cuando estuvo frente a los tres candidatos, entre sus manos había un expediente que no correspondía pero que los oficiales habían asegurado eran los correctos. De las autopsias no se había rescatado nada, los cuerpos estaban limpios y ellos aseguraban que habían sido drogados.

Aquel día fue donde sus voces internas aparecieron, unas que le recordaban toda la presión cuando era una interna, y unas que no la dejaban dormir, sus técnicas en las autopsias no fallaban y ahora en un caso tan importante no sabía qué reportar. Ese día todo se complicó, y fue el perfecto detonante para hacer cada día de la Doctora Cage un poco más miserable. 

*Es un intento de historia, esperemos que sepa cómo desarrollarla y les agrade. Tengan en consideración que las actualizaciones serán lentas. Gracias por leer*