Diario De La Conquista Femenina Del Soldado Regresivo

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Ep.9: La felación especial al vacío de Elise

Entré en la habitación doble con Elise con el pretexto de alimentarla y ayudarla a reponer energías. Esperaba con impaciencia la felación que recibiría gracias a este acuerdo.

Mirando un momento por la ventana, ya era la hora en que la gente se estaba durmiendo. Es hora de dormir para mañana, pero ¿cuántas personas dentro de esos muchos edificios estarían teniendo sexo?

Por ahora, yo era uno de ellos.

El ambiente ya estaba caldeado. Había una lámpara mágica entre las pertenencias de Elise que emitía una luz ligeramente encendida, llenando el aire de una extraña energía. Sentí que ya era hora de empezar, así que corrí las cortinas.

Mientras esperaba sentado en la cama, Elise se me acercó lentamente.

"¿Qué es esto, has preparado tanta ropa interior?".

Era lencería negra. Ropa interior femenina llevada con un claro propósito de sugerente atractivo visual. Pechos más grandes que los de Lei, pero no en exceso. Y caderas que parecían muy capaces de tener hijos.

Así que la súcubo realmente tenía un cuerpo asesino... Ya entendía por qué aquel mercenario estaba obsesionado con los súcubos.

"Es mi forma de mostrar gratitud. Ya que he dicho que lo haría... haré todo lo posible por satisfacerte".

Al decir esto, Elise parecía bastante nerviosa.

"Es mi primera vez... pero haré lo que pueda con lo que he aprendido".

"¿Nunca has tenido experiencia con hombres?".

"Los he visto, pero me impidieron acercarme a los hombres por el bien de mi virginidad".

Parecía que ni siquiera había tenido contacto con hombres porque se suponía que debía conservar su virginidad.

"Siendo un súcubo, eso debe haber sido duro".

"¡Sí, exactamente! Honestamente, no sé si puedo controlarme... ¡Ah, no!"

No hay necesidad de contenerse.

Parecía nerviosa por su primer contacto con un hombre, pero extrañamente feliz, similar a Lei que había tomado un afrodisíaco.

"Entonces, empecemos..."

Tragando saliva, me arrodillé lentamente frente a ella. Sentado en la cama, quedé a la misma altura que la cara de Elise y la parte inferior de mi cuerpo.

En lugar de desvestirme, Elise primero apretó su nariz contra mi ingle.

"Hu...eup. Hua..."

Ella aspiró largamente el aroma.

"Hua♡ Huele bien...♡"

Una acción que una virgen nunca tomaría. Incluso si no es virgen, pocas mujeres disfrutarían tanto del olor de un pene si no están acostumbradas a él.

"¿Te gusta?"

"Huaa♡ Sí, me gusta..."

Los súcubos eran criaturas intrínsecamente lascivas. Elise se deleitaba con el olor de mi pene, haciendo que su especie se sintiera orgullosa. El hecho de que una hembra estuviera enterrando su cabeza en mi ingle y respirando profundamente también me excitaba.

"¿Qué se siente?"

"Se siente cómodo... Hua...♡ Como ser abrazado por mamá... Ese tipo de sensación...".

Supongo que su madre estaría triste al oír eso.

Pero, de nuevo, si su madre también era un súcubo, ¿tal vez no importaba?