Minji de pronto estaba besando a Haerin, y cuando pestañeó, no sabía cómo, pero llegaron a un callejón donde estaba acorralando a la pobre chica contra la pared, sin separarse de ella un momento, sin dejar sus labios unos segundos, sólo lo suficiente como para que pudiera respirar y no morir ahogada.
Sus manos estaban en su cintura, aferrándose a ella, mientras los brazos de Haerin estaban rodeando su cuello, acercándola, apretándola, como si temiera que pudiera alejarse.
Pero Minji no pensaba alejarse de Haerin, al menos, no por ese momento.
¿Cómo habían acabado en esa situación? Bueno... qué importaba en aquel instante. Lo único que importaba era que la estaba besando con total salvajismo y pasión.
Minji podía besarla todo el día y jamás se cansaría. Y no le importaba lo que significara eso, le daba lo mismo, sólo quería besarla en cualquier momento y eso estaría bien para ella.
A su oído, Haerin gimió en voz baja cuando sus labios se deslizaron por su cuello.
—Te estoy besando con tu consentimiento, ¿cierto? —se burló Minji de pronto, deslizando sus manos más abajo, dándole un apretón en el trasero.
Haerin se sobresaltó, sus mejillas ruborizándose.
—S-sí... —jadeó sintiendo los dígitos de la más alta juguetear con el borde de sus bragas.
—Bien —satisfecha, Minji siguió besándola por el cuello, mordiendo, chupando, lamiendo.
Tener a Haerin bajo ella, de esa forma, la estaba enloqueciendo a más no poder. No había forma de explicarlo, pero no importaba, porque si ambas lo estaban disfrutando entonces estaba bien.
—Es... estamos en pu-público... Minji... —gimoteó Haerin al sentir los dedos hábiles de la azabache desabrochar su pantalón.
—Tranquila —gruñó, bajándole un poco el pantalón y ropa interior—, será rápido.
Haerin quiso preguntarle a qué se refería con eso, pero de pronto una de las manos de Minji la estaba masturbando, frotando su clitoris en movimientos circulares, y la menor era un manojo de nervios y de gemidos. Kim la siguió besando, Haerin pudiendo sentir su sonrisa contra sus labios.
Tuvo que morder su labio inferior para no gritar por el placer que estaba sintiendo.
La mano que le masturbaba se alejó, e iba a soltar un quejido, pero Min se la llevó a la boca para humedecerse los dos dedos, y Haerin gimió, encontrando demasiado atractivo aquel gesto.
Sonriendo con sus ojos brillando, Minji volvió a su coño y presionó un dedo húmedo contra su entrada, sin empujar demasiado, y escuchó el quejido de la chica.
Profundizó el beso en el momento en que metió más profundo su dedo, y pudo escuchar el gemido ahogado de Haerin contra su boca.
Comenzó a mover su dedo en su interior, penetrándola lentamente, haciendo pequeños patrones, y pronto Haerin estaba gimiendo en voz baja, mordiendo su labio inferior mientras Minji se dedicaba a seguir marcando su cuello.
El segundo dedo causó que Haerin volviera a sobresaltarse, y Min aceleró los movimientos, por lo que pronto la chica olvidó el dolor momentáneo para deshacerse en gemidos.
Pronto, los dedos de Minji encontraron su punto débil y Haerin, por supuesto, no fue capaz de aguantar mucho. Gimiendo contra el hombro de Kim, temblando por completo, sujetándose de esta, llegó al orgasmo sintiendo que podía alcanzar el cielo en ese momento.
La visión de la menor corriéndose fue suficiente para que la sonrisa de Minji se expandiera enormemente, orgullosa de sí misma.
—Eres horrible —se quejó, sintiendo sus mejillas ruborizadas.
—Cuando estemos a solas —le murmuró Minji acercándose—, vamos a terminar esto de otra forma.
Haerin sólo le respondió con una sonrisa desafiante.
¡Gracias por leer!
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novia de alquiler; catnipz
RomanceKim Minji odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Kang Haerin, para que sea la novia de...