𝐒𝑘𝑖𝑝𝑝𝑖𝑛𝑔 𝐂𝑙𝑎𝑠𝑠 ✞︎

— Presten atención, alumnos. Es un tema muy importante el de hoy y va a entrar en el examen.

Todos asistieron de mala gana, algunos bufaron y otros ni siquiera habían escuchado al profesor.

Había llegado un poco tarde porqué ningúno de los dos deseaba despegarse de los labios del otro en el baño. Detalles.

Renjun le pido un piquito a su novio y comenzó la clase.

Con el tiempo, ambos chicos absorbieron bastantes conocimientos, plasmándolo en sus cuadernos. Anotaban todas las cosas importantes y preguntaban sus dudas, siendo exitosamente contestadas.

Eran los únicos que prestaban atención en la clase, a decir verdad. Pero no duró mucho.

La inquieta mano del coreano se dirigió hacia su pierna. Apretaba y volvía a soltar, acariciaba.

— Jaemin...

Susurro el pelinegro, sintiendo cómo ahora acariciaba la carilla interna de su muslo.

— Shh... Presta atención. No quiero que repruebes. —Besó su mejilla

Ahogó un chillido cuando uno de los dos dedos de su novio acaricia su entrada por encima de las bragas que poco a poco comenzaban a humedecerse.

— Escucha. A la cuenta de tres vas a poner cara de enfermó, ¿Oíste?—Siguió mirando la pizarra.

El chino asintió apretando sus labios.

¡¿Cómo carajos se supone que es una cara de enfermo?!

— 1, 2, 3... ¡Profesor! Renjun tiene náuseas, creo que va a vomitar. —Señaló a su compañero

Las mejillas rojas del mayor eran una buena máscara para fingir su malestar.

— Oh... Vayan al baño, chicos. No hay problema, pueden tardar lo necesario. Pero tendrán que pedir los apuntes, ¿Si?

Ambos asintieron y se levantaron de su banco, trotando levemente. No había nadie en los pasillos, todos estaban en clase y los conserjes ya habían limpiado.

Comenzaron a buscar algún salón vacío para hacer sus... Cosas.

Finalmente lograron encontrar un aula vacía y se metieron. Jaemin puso sillas en la puerta, específicamente en el picaporte para que nadie interrumpa su sesión de sexo secreto.

Cerró cortinas, no quería ni una sola sorpresa.

— E-esto es peligroso, no podem-

El rubio tomo la cintura de su chico y lo atrajó en un beso fogoso. Cruzaron sus lenguas, saboreandose entre ellas. Jaemin empujó el cuerpo contrario hasta chocar con una mesa, subiendolo. Se posiciónó entre sus piernas, y sin darse cuenta, el pelinegro comenzó a frotarse lentamente, un movimiento tan imperceptible.

Pero no para su novio.

— ¿Tan caliente estás? ¿Tan necesitado te hago sentir?—Susurró contra sus labios.

Desabrocho los botones de la camisa del mayor, dejando ver su pecho junto sus abdominales.

— Mira nada más... Si así están las cerezas ¿Cómo está el postre completo? —Mordió su labio.

Renjun no pudo evitar reír, contagiando al rubió.

— Lo siento, es tan graci— ¡Dios!

No sé había percatado de ese movimiento tan fluido. Su camisa había sido desabrochado y uno de sus pechos en la boca del coreano.

Comenzó a succionar con la fuerza suficiente para brindar placer pero no lastimar, haciendo gemir al chino.

— Haz silencio o voy a detenerme.

Demando el de labios gruesos, y el pelinegro tapó su boca con una mano.

El rubio continuo con su labor en el otro pecho, dejándole chupones y sus botones rojizos.

— Nana, por favor... —Rogó, mirándole con ojos suplicantes.

Quito el pantalón del mayor y quitó las bragas con rapidez. A decir verdad, también moría por follarlo, por tocarlo, por hacerlo suyo al fin, otra vez.

Comenzó a acariciar su miembro con una torturosa lentitud, haciendo gemir bajo al pelinegro.

— ¿Esto es lo que tú quieres? ¿Que te toque?

— Quiero que... Que uses t-tu lengua...

Bingo.

Se acercó a su intimidad, suspirando al ver la zona tan húmeda. Una corriente eléctrica recorrió la espina dorsal del pelinegro. Dió una lamida por toda la extensión, haciéndolo gritar inconscientemente. Ambos se quedaron quietos por unos segundos, esperando que nadie los haya escuchado.

— Mierda, Renjun, haz silencio.—Demandó.

— L-lo siento...—Susurró.

Jaemin comenzó a jugar con su cabeza dando placer moviendo su lengua en zig zag. Succionó la punta y sacudió su cabeza, provocando que gemidos incontenibles salieran de los labios del pelinegro.

— Díos, Jae, estoy tan cerca...

— Aún no, bebé.

Redujo la velocidad, ahora agregando un dedo a la acción. Lo metía y lo sacaba lentamente, exasperando a su novio.

—P-por favor, Jaemin... — Suplicó.

— Shh... Silencio

Agregó otro dígito a su entrada, subiendo la velocidad de sus movimientos. Su lengua comenzó a moverse de manera desenfrenada y sus dedos iban cada vez más rápido

— A-ahm... ¿T-te gusto así, Nana? ¿Entregado a ti, dejando que comas el pene?

— Me encantas, Huang Renjun. Me encantas así, te amo. —Exclamó.

A pesar de estar con su rostro entre las piernas de su chico, no pudo evitar sonreír.

— Ah, mi amor... Estoy tan cerca... P-por favor, por favor... ¡Dios!

Restregó su intimidad en todo el rostro de su pareja dejándolo brilloso por sus fluidos, pero no importaba.

Siempre sería un placer tenerlo entre sus piernas.

De repente, un orgasmo lo tomó por desprevenido.
Su vista se nublo y perdió el conocimiento por unos minutos, sintiendo el placer recorrerle todo el cuerpo.

— ¡Ren, Ren! ¿Estás bien? ¡Amor!—Palmeó su mejilla.

Cuando despertó de reincorporo, riendo inevitablemente.

— ¡No es gracioso, Renjun! Pensé que te había matado.—Dijo con angustia.

— Me habrías matado de placer.

Ambos rieron y se besaron con amor, dulzura.
Cómo si no acabarán de tener sexo en una sala vacía.

Hasta que alguien intentó abrir el salón.

Acomodaron su aspecto rápidamente, suspirando

— No nos salió barato el calentón.

Inevitablemente rieron otra vez.

Corrieron todas las sillas y abrieron la puerta, viendo a su profesor bastante enojado.

— Creo que me deben una explicación de por qué están salteandose clases.— Alzó una ceja.

Holitas bonitos y bonitas, como estas?

Aquí les vengo con una nueva a adaptación de lvvsschae (que por cierto muchas gracias por dejarme adaptar tu obra 💕)

No sé olviden de pasar por su cuenta y darle una oportunidad a sus historias que son 10/10, y tampoco se olviden de votar por más adaptaciones!