Kim Minji odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Kang Haerin, para que sea la novia de...
Minji miró su móvil por quinta vez en el día, esperando algún mensaje de Haerin, pero nada había llegado luego de que le enviara un "no iré a clases hoy, me surgió un imprevisto", y eso le estaba asustando un poco si era honesta. Tampoco contestó a sus llamadas dadas en la mañana, y no entendía un poco el motivo de su repentina desaparición.
Al salir de la facultad se encontró con Danielle esperándola, y la miró con el ceño fruncido.
—No debería estar haciendo esto, Minji, así que vas a deberme algo —le dijo a modo de saludo, sonriendo con esa típica sonrisa luminosa que volvía locas a un montón de chicas.
—¿Qué quieres, Dani? —murmuró Minji mirando su móvil otra vez.
—Estaba hablando con Hyein en la mañana cuando la llamaron...
—¿Qué mierda estabas haciendo con ese pato en la mañana? —Marsh se quedó en silencio, entrecerrando sus ojos—. ¿Sabes que esa chica tiene novia, Danielle?
—Si te metes en mi relación con Hyein y me sigues regañando, no te pienso decir nada —replicó tranquila.
Minji soltó un resoplido, negando con la cabeza, pero diciéndole que continuara.
—Haerin la estaba llamando —siguió—, y Hyein enseguida se puso en modo preocupada. No sé qué le estaba diciendo Hae, ya sabes, pero Hyeinnie le preguntaba "¿ella está bien?, ¿no quieres que vaya?", y cosas como el estilo —Minji arrugó el ceño levemente—. Cuando cortó y le pregunté qué pasaba, Hyeinnie me dijo que Haerin estaba en el hospital, pero enseguida pareció darse cuenta de que no tuvo que decirme eso porque me hizo prometer que no te lo diría —ahora apretó su mandíbula—. Si te lo preguntan, yo no te dije nada, y si me acusas, le diré a todo el mundo que tienes un pijama de Kumamon con el que duermes cuando estás deprimida.
La azabache parpadeó, incrédula, mientras Danielle sonreía otra vez y se marchaba silbando tranquilamente, casi saltando.
Sin embargo, las palabras de su amiga resonaron en su cabeza, por lo que sacó el móvil volviendo a marcar el número de Haerin, esperando que respondiera. Por supuesto, no lo hizo, y el hecho de que Haerin le estuviera escondiendo cosas hacía que algo desagradable se instalara en su estómago.
¿No eran, después de todo, novias?
Bueno, novias falsas, amigas con derecho, casi-novias. Daba lo mismo. Eran algo. A Minji le gustaba Haerin y era obvio que a Haerin le gustaba Minji, ¿cierto?
¿O lo que habían hecho días atrás, todo eso, era por el contrato?
¿Haerin acaso estaba actuando? ¿Por eso había cosas que no le decía?
Apretó su mano en un puño, sacando otra vez su móvil, con un pensamiento desagradable en su cabeza.
Se metió a internet, y sin saber por qué, ingresó el nombre de la página donde su mamá había sacado a Haerin. Sus dedos estaban temblando, y luego de varios intentos, logró ingresarlo correctamente.
Aunque, claro, la página no existía.
No había ningún resultado para el nombre de la página de la que su mamá tanto había hablado.
Y si no existía esa página, entonces, ¿de dónde había salido Haerin?
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