Sus hermosos ojos grandes me ponen toda su atención. De la nada me sentí tan pequeño ante su mirada.
- ¿que? – soltó en un suspiro. Sus labios entre abiertos me llamaban y como si de un imán se tratara comencé a acercarme hacia ella, hipnotizado por su belleza.
- puedo ayudarte – susurre cerca de sus labios, intercalando mi mirada entre sus ojos y sus hermosos labios.
- ¿como?
¿Debía ser más claro que esto? Ella no se alejaba, de hecho, parecía que estaba esperando a que yo terminé con nuestra distancia y fue lo que hice.
Tome sus mejillas, acunando su pequeño rostro acercándola a mí. Roce mis labios sobre los suyos para asegurarme que su mirada significaba un "si". Su reacción fue soltar un suspiro y no necesite mas para atrapar sus labios con los míos. Fui lento al principio, intentando saborear cada espacio de sus gloriosos labios. Son mas suaves de lo que alguna vez llegue a imaginarlos. Con el pasar de los segundos ella rodeo mi cuello con sus brazos, cuando comenzó a jugar con el cabello de mi nuca solté un suspiro entre aquel hermoso primer beso y no será el último. Ella parecía cómoda en el beso, incluso soltada jadeos en medio de este. Tome su cintura acariciando la zona. Trato de controlarme lo mas que puedo. No quiero asustarla, no quiero que se aleje, no soportaría perderla ahora que nos hemos acercado tanto.
Pero no pude, no con esta mujer, mi mujer, mi querida y linda ___. Mordió mi labio inferior, de la sorpresa abrí mas mis labios recibiendo su lengua, quería mantenerlo lindo, quería ir lento, pero el ver como correspondía a mis caricias, a mis besos y que ella haya intensificado el beso simplemente me volvía loco. Mis manos intensificaron el agarre en su cintura para cargarla y ponerla a horcajadas sobre mi regazo.
Cuando hice esto ella termino abruptamente con el mejor beso que me han dado en la vida. La mire asustado, ella jadeaba al igual que yo en busca de aire. Creí que se iría, temía que lo hiciera, pero en lugar de esto me abrazo, aun en la posición en la que nos encontrábamos. La rodie con mis brazos, aspirando todo su olor. Aceptaría un no solo por ella, si no es lo que quiere lo aceptare, si solo acepto el beso por el momento o la adrenalina lo entenderé. La amo y la amo demasiado, pero no puedo obligarla a sentir lo mismo que yo, por más que me esté muriendo por ella.
- en que piensas – susurro ocultando su rostro en mi cuello.
- que no quiero soltarte – mis brazos la apegaron aún más hacia mí y ella parecía no querer salir de su escondite.
- ¿desde hace cuánto?
Su pregunta me descoloco y al parecer ella lo noto, dejando su lugar en mi cuello para verme mejor y aclarar su pregunta.
- ¿desde hace cuando habías querido besarme?
Ella noto las ganas que tenia de sus labios y lo agradezco porque es lo que quería dejarle claro. Me encogí de hombros intentando quitarle importancia, se a donde quiere llegar. Si tan solo supiera cuanto la conozco.
- desde hace un tiempo ya... creo que lo has podido notar.
Volvió a abrazarme dejando un suave beso en mi cuello, mi piel se erizo con su dulce tacto. Volví a rodearla con mis brazos a pesar de que mis manos jamás habían dejado su cintura en ningún momento.
- lo siento... - oh no lo hagas linda – perdón por no haberlo notado antes
- no es tu culpa hermosa, es mía, jamás te lo había dicho
Acaricie su cabello con una de mis manos.
- te amo – ella se tensó ante mi confesión.
Entiendo si no puede decirme lo mismo en este momento, pero me encargare de enamorarla, robarme su corazón, como ella se había robado el mío.
- te ayudare a que olvides a Park Jimin...
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