Cap I

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En medio de las calles de Osaka en la multitud, un joven de apariencia triste y desolada caminaba por medio de la aglomeración de personas.

Andrés Saavedra es un chico originario de España, pero a causa de sus estudios se mudo de país y ahora vive en Osaka, en un pequeño apartamento blindado por la beca que gano en una Univesidad de Osaka.

Andrés caminaba decaido, bueno, digamos que no es fácil tener que quedarte hasta media noche para estudiar y dormir a lo mucho dos horas. Andres tenía que sacar buenas notas regularmente ya que si no, el tendria que irse de la institución de la cual el soñaba a si que se esforzaba harto en sus estudios.

Pero como todos dicen, hay que saber regular tus tiempos, y cuidar de tu cuerpo, algo que Andrés había descuidado por epoca de exámenes y ahora se encontraba camino a una biblioteca pra estudiar.

Andrés camino cuatro calles y al fin encontro la Biblioteca en la cual planeaba estudiar y que por cierto, ya había venido varías veces.

En la recepción de la biblioteca se encontraba una ancianita de baja estatura y arrugas en la piel, esta miro a Andrés y le dio un saludó con la mano junto a una calida sonrisa, Andrés devolvió el saludo y se adentro en la biblioteca en busca de los libros que nesesitaba.

Andrés fue a buscar buscar libros de historia, matemática aplicada, física cuántica y literatura. Mientras Andrés buscaba de repente, un libro le cayo en la cabeza y Andrés solto un quejido debido al dolor.

"Ahora tendre un bulto en la frente" Maldijo Andrés al tocarse su frente adolorida y ya roja por el golpe.

Andres vio en el suelo al culpable de su golpe y le lanzo una mirada enojada, pero aun así lo recogió.

"¿Dulces rosas? , que extraño nombre" Andrés vio en la parte superior del libro su título y se noto sorprendido por lo raro que era.

Tal vez sea por curiosidad, o por que la cubierta era demasiado extravagante que se lo llevo consigo.

Ya la noche cayo en Osaka y Andrés termino una vez mas de leer sus libros de estudió.

"Andrés ya voy a cerrar la Biblioteca apura por favor" Le dijo la ancianita de nombre Si Sheng que ya estaba muy familiarizada con el chico que venia cada día a estudiar y se quedaba hasta tarde.

Andrés asintió con la cabeza y recogió todos los libros usados, pero una vez que ya estuvo por guardarlos vio en la mesa al libro que aun no había leido y tenia curiosidad por descubrir.

Si sheng vio a Andrés mirar el libro y sonrio al reconocer la novela, la ancianita recogió el libro y lo miro un rato para después fijar la mirada en Andrés. "Llévate el libro Andrés" Dijo entregándole el libro de tapa de cuero.

Andrés la miro y no dijo nada en mucho tiempo. "Perdón, pero no tengo dinero ahora mismo" Dijo Andrés con cara apenada.

"¿A caso te pedi que lo compraras Andrés? " Dijo la ancianita en tono dulce, Andrés la miro sorprendida y la ancianita sonrio aun mas. "Tomalo, es mi regalo. Hacé tiempo que este libro fue enterrado y ahora no hay nadie que lo lea, esperaba poder darselo a alguien, y ese alguien eres tú" la ancianita puso el libro en los brazos del otro y se fue caminando a la puerta.

Andrés miro el libro en sus brazos y sonrio. Después de perder a sus padres en un accidente nunca le habían regalado nada, ya que sus tutores no tenian dinero y no se preocupaban por el, a si que que la ancianita le regalara algo, le hizo muy feliz.

Andrés de buen humor, guardo los libros en su lugar, y a su salida le dió un abrazo a la ancianita y se fue con una sonrisa.

Andrés en su camino, leía el contenido del libro a gran rapidez, mientras que sus pasos eran lentos. Andrés estába maravillado con el contenido del libro pero, lo único que no le gusto fue que el villano era muy desfavorecido y sin duda estaba muy triste.

Andrés leyo todo el camino sin darse cuenta que una pistola apuntaba a su cabeza.

En el oscuro callejón sono un sonido fuerte de explosión y todos los vecinos fueron a ver que lo causo, pero al acercarse sus rostros palidecieron cuando vieron el charco de sangre en el suelo, y en medio del charco de sangre carmesí, Andrés perdía la conciencia debido al disparó en su corazón.

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𝐃𝐎𝐁𝐋𝐄 𝐀𝐋 𝐕𝐈𝐋𝐋𝐀𝐍𝐎 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄́𝐒 𝐃𝐄 𝐓𝐑𝐀𝐍𝐒𝐌𝐈𝐆𝐑𝐀𝐑
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Andrés vió por la ventana de una casa que no era suya, y el suspiro nuevamente sin saber ya la cuenta.

Resulta que ahora transmigro a  "Dulces rosas" la novela que leyó antes de morir, y aun peor, ¡¡A un carne de cañon que moría en el segundo camino!!.

Al menos, con lo único que estába agradecido es que volvió a vivir.

Andrés miro su pecho en donde al momento de fallecer este lugar ardió y le dolió tanto que no podía pensar en nada. Su cuerpo se estremeció y por un momento el sintió que el dolor regresaba, pero al calmarse esa sensación se alivió.

De verdad le daba miedo pensar en su muerte, el recordó que por un momento el vio su cuerpo lleno de sangre, tirado en un charco de sangre con un agujero en el corazón.

Andrés sacudió su cabeza y se olvidó de esos pensamientos y mas bien trató de ver en que parte de la trama estaba. Andrés vio el departamento grande en el que estaba y suspuso que se encontraba en antes del comienzo de la trama y de la novela ya que aun estaba vivó y al parecer tenia dinero para irse de aqui.

Esta era el planeta en la estreya Dayang, por lo que Andrés estaba nervioso, ya que por supuesto el tenia que transmigrar a una novela interestelar donde la tecnología era la mas avanzada, por no decir inimaginable.

Andres suspiro, el no conocía mucho de tecnología y menos de tecnología futurista. Pero lo que le tenía mas nervioso es que estaba muy cerca del punto del protagonista masculino del libro, y a decir verdad, si el se encontraba con el protagonista masculino, moriría de nuevo y eso no era algo rentable.

Andrés vio su apartamento y decidió venderlo, a si se podría ir lo mas lejos de aquí y vivir una vida feliz.

Mientras tanto, en la capital estrella toda la gente estaba ajetreada y apurada.

Grandes fuerzas de energía espiritual vino de una habitación y las ondas de poder abrumaron a todos dandoles la sensación de querer arrodillarse y escupir sangre y los que no eran fuertes si lo hicieron.

Ojos bicolores miraron a la pared y los que vieron eso, no pudieron evitar temblar de miedo.

¡¿𝐃𝐎𝐁𝐋𝐄 𝐀𝐋 𝐕𝐈𝐋𝐋𝐀𝐍𝐎 𝐘 𝐌𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐕𝐄𝐑𝐓𝐈́ 𝐄𝐍 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐄?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora