El tabú

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Una niña de aproximadamente 14 años, morena, esbelta, de ojos grandes y cansados; está tomando una ducha después de una clase de danza. El agua caliente corre por todo su cuerpo mientras ella lava cada parte cuidadosamente. Al salir de la ducha, se prepara con una pillama, se seca el cabello y se acuesta en su cama. Se percata de que por más que lo intenta, no puede consolar el sueño así que recurre a algo que últimamente ha estado disfrutando bastante...

Se desnuda cuidadosamente, toma la almohada predilecta para ese tipo de acciones y comienza a frotar su área genital con ésta... Poco a poco el placer aumenta hasta que llega al orgasmo y es entonces que encuentra el sueño una vez más gracias a esta acción.

A la mañana siguiente, se levanta desanimada y muy cansada, se viste y va al colegio como una niña normal de su edad. No hay mayor cosa que discutir al momento de su vida sexual, está curiosa por saber si le atraen más mujeres o los hombres o ambos. Se toma su tiempo, no sé apresura pues no es un tema que le acompleje demasiado pues no está muy consciente de ello...

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Por ahí bien se dice que la ignorancia es una bendición, y es precisamente en esa ignorancia que ella siente mayor felicidad experimentando la masturbación. No hay prisas, ni inseguridades, ni dolor ni incomodidad.

Es así como varias niñas en el mundo viven o vivieron su sexualidad, siendo curiosas y repitiendo acciones que las llevaban a una inexplicable sensación de poder, una explosión de sensaciones y palpitaciones que son agradables, sin nada más en la mente que el inmenso placer.

Ojalá la mayoría de mujeres hoy en día pudiera disfrutar de la misma forma que lo hicieron con su primer orgasmo, eventualmente se pueden dar principalmente dos caminos en la sexualidad de una mujer. O aprende de sensaciones y disfruta enteramente de su cuerpo, o se acostumbra y buscará formas cada vez más extremas de tener placer o no

Regresando a la niña...

Una tarde decide que quiere seguir aprendiendo de otra técnica de la que ha estado aprendiendo últimamente, humedece sus dedos e introduce lentamente uno en el interior de su vagina y sigue hasta un punto dónde se siente está situación extraña, agradable pero extraña cuando de repente se abre la puerta de su cuarto y su madre se asoma violentamente por la puerta y comienza a gritar.

-¡Eres una sucia, asquerosa que estás haciendo! ¡Vístase inmediatamente, que asco!

Ella se enfurece por el escándalo y le pide que porfavor salga de la habitación y muy nerviosa y con el cuerpo débil y temblando del susto se pone una bata y ropa interior y deja pasar a su madre de nuevo, está segurísima de que la regañaran...

Madre: ¿Que crees que estás haciendo? ¿Eso te parece algo que a mí me gustaría haber visto? Eso es completamente desagradable, yo entiendo que quieras descubrir tu cuerpo, pero tú hermano y yo estamos aquí también, y no quiero volver a ver qué hagas esas cochinadas...

Todas esas palabras, sin querer hacer daño, lo hicieron. Ahora esa acción de auto-penetracion era considerada como un pecado, algo que no debes hacer jamás porque es algo sucio. Porque tu cuerpo no puede tener esas necesidades sucias...

Y así se forma el primer tabú de esa dulce niña en camino a convertirse en una señorita, muy conflictuafa con su sexualidad.

Quizá parezca muy rebuscado, pero eso se construye de a poco, no suele ser algo que ocurra en un instante que deje una marca enorme en la psique de las mujeres. Pero quién no ha oído que el descubrimiento de la sexualidad es un acto sucio e impuro?

Así se crio esa gente, la sociedad, así se formó el tabú...


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⏰ Última actualización: Apr 16 ⏰

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