3 | CHAPTER THREE.

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— Salgan de encima mío, marmocchi. —pidió un dormido Andy, intentando sacar a Carl y Luka arriba suyo.

— ¿Nos acaba de decir marmotas? —preguntó Carl confundido.

— Nos dijo mocosos en italiano, ahora no saldremos sobre él nunca jamás. —sentenció sentándose a la par de Carl sobre el mayor.

El castaño se quejó en voz baja, no quería hacer ninguna fuerza, ya mucho hizo el día anterior en su entrenamiento de boxeo y los moretones en sus costillas junto con los de su espalda eran un martirio a pesar de haberse puesto más de dos bolsas de hielos anteriormente.

— Ustedes lo quisieron así. —sentenció cansado para después envolver a ambos niños con la sábana, estos soltaron un pequeño grito y risas durante que Andy se movió con agilidad para salir de la cama, dejándolos sobre la misma.

» Mierda, pesan más —soltó a la vez que se estiraba, los niños lo miraron inocentemente.— Mocosos.

— ¿Por qué dormiste en la cama de Ian?

— ¿Ya no están más peleados? —preguntaron al mismo tiempo, el castaño se encontraba vistiéndose.

— Dormí ahí porque quise y él durmió en el sillón —abrochó su pantalón.— Y eso no les incumbe.

Sonrió y se giró para ir al baño, siendo seguido por el pelinegro y rubio, ambos entraron a la par de Andy; éste resopló ante la insistencia de los menores, primero peinó su cabello y luego lavó su cara, seguido de sus dientes.

— Claro que nos incumbe...

— Más a mí, Ian es mi hermano. —sumó Carl sentado en el retrete y Luka se mantenía a su lado.

Puso sus ojos en blanco, escupió la pasta de dientes y enjuagó su boca.— Solo les diré que nunca se metan con temas sensibles para el otro si llegan a discutir.

Dió media vuelta y salió del baño, dejando a los dos amigos confundidos, se encogieron de hombros y salieron corriendo tras él; Carl saltó a su espalda mientras que el rubio se apegó a su anatomía, haciendo al mayor tambalear por un momento, sonrió divertido y sostuvo a ambos.

— ¿Son unos monos ahora? —preguntó divertido bajando las escaleras con cuidado.

» ¡Con cuidado! —avisó al llegar a la cocina, Fiona los miró con una sonrisa junto con Debbie y Liam.

Se encaminó a paso rápido, simulando una nave hasta la sala, dejándose caer con mucho cuidado junto con los pequeños en el sillón más amplio. Sus risas se hicieron presentes en el lugar; la risa del mayor cesó al ver a Ian y Steve llegar, se levantó de su lugar para poder acomodar mejor su camiseta, los niños corrieron hacia los otros dos.

«  𝐄𝐅𝐈́𝐌𝐄𝐑𝐎  »     ||      Ian Gallagher. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora