¿Reina Meredith o reina Evie? PARTE 2

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La bebé lloraba desconsoladamente, Kelce abrió la puerta de la casita, era demasiado alto, pero de todos modos se adentraría en ella para poder sacar a su hija, entró como pudo, y la abrazó. —Oh, Evie, eso lo hizo Meredith, ¿Cierto? — tomó la parte baja de su camisa para limpiar la cara de su hija, lo mejor era el agua y jabón, pero debía calmarla primero.


Swift al no ver señales de su esposo e hija, dejó a Charles con Jason y subió a toda prisa para buscarlos, no hacía falta saber dónde estaban porque se oía a su bebé llorar.

—Qué pasa? — abrió una ventana de la casita para poder verlos. —¿Qué tiene? —

—Tay... No te vayas a molestar, por favor—

—Dios—

—La dejé un momento para lavarme las manos y la encontré aquí, llorando, porque al parecer, Meredith la arañó—

—¿Qué? — la rubia se asustó. —¿Está bien? —

La niña no quería voltear a ver a su mamá, le daba miedo ahora que Meredith volviera.

—Oh, bebé, ven— se acercó a la puerta. —Sal de ahí, no quepo para entrar— se agachó y colocó las manos en forma de abrazo para que ella pudiera salir.

Evie volteó a verla y caminó hacia ella para salir de la casita, abrazando a su mamá.

—Mi amor— le revisó la cara. —¿Le hiciste algo a Meredith? — le limpió las lágrimas. —Vamos a lavarte la cara— se puso de pie.

—Hey, un momento, debo salir de aquí primero— protestó Travis dentro de la casa de juguete.

—¿Puedes? —

—Claro, un momento— se agachó todavía más para poder salir, un sujeto de casi dos metros en esa casa tan pequeña sería más gracioso en otro momento donde su hija no estuviera llorando.


Fueron directo al baño de la recamara principal de la pareja, Taylor sentó a Evie en la barra del baño, mientras Travis sacaba los curitas, al sacar la caja, volteó a su hija para lavarle la cara, ella protestó un poco, le ardía la herida, como bebé no estaba consciente de lo que hizo, solo sabía que le dolía.

Swift tomó una toalla y le secó la cara, para que así su esposo le colocara el curita con figuras, al colocárselo, mantendrían protegido el rasguño por unas horas, al otro día se lo quitarían para que le sanara mejor, Kelce podía ver la cara de angustia de su hija, así que besó su frente para tratar de hacerla sentir mejor.

Evie iba a llorar de nuevo, estaba demasiado sensible.

—Oh, Evie— Taylor la abrazó, no era normal ver a su hija de ese modo, sabían que podía ser la reina del drama, pero no por razones como esa. —Lamento tanto que Meredith te haya arañado— no podía culpar a su gatita, la verdad es que siempre ha sido así de arisca, hasta con ella misma, esperaba que, a partir de ese momento, Evie no pensara en volver a tocarla, ella es una bebé y su gata un animal que actúa bajo su instinto.

—Yo lo lamento más, no debí dejarte sola— Travis se sentía culpable, su hija era muy traviesa, tanto que pensaba que podía ganarle a él, cuando era niño, las travesuras de él de pequeño no se comparaban con las de su bebé, Evie tenía la curiosidad, la valentía y la astucia suficiente para meterse en situaciones de ese calibre.

Taylor besó la mejilla de su bebé y al tomarla en brazos emprendieron camino a la planta baja, Charles seguro se preguntaba donde estarían sus padres y ese era otro caos que quería evitar.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora