—De verdad que me gustaría que mis hijos, dejen el teléfono al menos un rato — Gemma dejó caer su cara en la mesa, viendo por el rabillo del ojo, a su pequeño, no tan pequeño Fourth; quien se encontraba sentando en el sillón de la sala, sonriéndole, como si se le fuera la vida en ello, a la pantalla de su celular.
—Lo jóvenes de hoy, se la pasan dentro de ese mundo lleno de tecnologías que ya no conviven con los demás —dijo Lissa, apoyando a su amiga. Dejó los trastes sucios en el lavadero y miró hacia la puerta de la habitación de su hijo mayor, quien no hacía nada regresando de la escuela, más que encerrarse y usar la computadora, en que sabe que cosas por el resto del día.
En serio que ambas mujeres, tenían que hacer un esfuerzo muy grande, para que sus hijos dejaran el celular, mínimo a la hora de comer.
—Ni que lo digas — Gemma le dio la razón.
—Sí, sólo mira a Gemini, apenas los saludo, no tiene en cuenta que vienen pocas veces al año a visitarnos y se encerró en su habitación.—Así son los millenial's de hoy.
—Mamá, ya terminé mi maleta para ir a acampar —una pequeña niña llamada Wanwimol, apareció con una mochila colgada en su espalda y abrazó a Lissa.
—Yo también mamá —dijo un pequeño viendo a su madre, su nombre era Korapat, el hijo menor de Gemma.
—Entonces sólo hay que esperar a que sus papás lleguen con la comida para irnos —dijo Gemma—. ¿Fourth, seguro que no quieres ir?
El menor la ignoró, siguiendo revisando su celular.
—Fourth te está hablando tu madre —le habló Lissa.
El menor también la ignoró, pero la mujer no se atrevió a decir nada sabiendo que su hijo era igual o peor.
—Fourth —volvió a decir Gemma, esta vez consiguiendo la atención de su hijo.
—¿Qué paso? —preguntó algo molesto, el joven de cabellera castaña.
—¿Qué si estás seguro que no quieres ir?
—No mamá vayan ustedes —dijo aburrido—. No me gusta acampar y no hay Internet, ni señal ahí, mejor me quedo.
—¡Aish! —exclamó ella—. ¿Qué voy a hacer contigo Fourth?
Mientras que Gemma seguía lidiando con su hijo, Lissa se levantó de la silla y se dirigió a la habitación de Gemini y tocó la puerta esperando no molestarlo.
—¿Vas a ir sí o no?
—No mamá, ya te dije que no, cierra la puerta —le respondió el menor desde el asiento del escritorio, con la frente fruncida, al parecer estaba jugando.
—Pero vamos a ir en familia, nos divertiremos mucho.
—Mamá tengo que pasar al siguiente nivel o lacabezapeladadeNeo me quitara el primer lugar.
—Pero eso es sólo un juego y nosotros somos tú familia.
—Esto es más que un juego para mí, porque nunca me entiendes — dijo haciendo un puchero.
—Está bien —aceptó la mujer resignada, nunca pudo comprender al menor y siempre trataba de evitar pelear con él.
Cuando volvió a la sala, su esposo ya había llegado y estaba moviendo las cosas que habían preparado, hacía la camioneta.
—¿Y Gemini? —preguntó su esposo.
—No quiere ir —dijo.
—Estos niños —resopló rendido el hombre—. Bueno vámonos, ya será para la próxima.
Ambos terminaron subiendo al coche, no le agradaba la idea de que su hijo se quedara solo en casa, y aunque estaba Fourth, ninguno de los dos era confiable.
—De verdad odio que no convivan —dijo Gemma—, estoy harta del Internet.
—Tengo una idea —hablo el esposo de Gemma—. ¿Dónde están los fusibles de la luz?
—Justo ahí —señalo Lissa a la pared de su casa en un punto específico—. ¿Qué vas a hacer?
—Les voy a dar una lección —dijo y salió del coche caminando hacía la pared y bajándole a la palanca de luz, entonces cuando todo dentro de la casa se apagó regreso corriendo a la camioneta—, arranca.
—¿Pero y si se asustan? —preguntó Gemma.
—Al menos estarán horas sin internet.
—Bueno eso sí.
La camioneta arrancó, con los Norawit y los Nattawat, excepto los hijos mayores, y se fueron sin que pudieran escuchar, el grito de Gemini.
—¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!
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¡Mierda, no hay internet! | FourthGemini
Fanfiction¿Que hacen dos chicos cuando no tienen internet? ¡ADAPTACIÓN! Todos los créditos para a la autora: KEKOSAS.