Sangre y Lealtad

Capítulo 2

La luna estaba en su punto más alto iluminando con su luz la ciudad. Todo era tranquilidad y silencio, hasta que el sonido de un disparo despertó a Thom.

Abrió los ojos al instante, lo primero que vio fue el techo de su habitación. No sabía si había soñado con esto  y no había sucedido nada afuera. Voces provenían de él jardín al cual tenía vista su habitación. 

Rápidamente el pelinegro se levantó y camino en oscuridad hacia la ventana, haciendo a un lado la cortina pudiendo apreciar dos camionetas estacionadas frente a la reja de  la mansión.

<<¿Qué está pasando>>
<<¿Estoy soñando?>>

Siguió observando las camionetas durante un par de minutos, hasta que estás arrancaron y se fueron. Thom se apartó de la ventana y llevando sus manos a la rostro tallo sus ojos e camino hacia una pequeña mesa que había en la esquina, encima habia una jarra de agua y un tazón con dulces, el solia tener la mania de comer alguno.

Se sirvió un poco de agua y tomó uno de estos dulces, dio un trago al agua y coloco un dulce en su boca.  Miro por unos segundos el vaso con la poca agua que quedaba, hasta que volvió a escuchar nuevamente un disparo, rápidamente dejó el vaso sobre la mesa y camino hacia la puerta de su habitación alarmado, pero antes de llegar a está su vista se torno borrosa, sus piernas dejaron de responderle y callo al suelo.

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—Susanne, cariño, disculpame por llegar a estas horas de la noche, tuve algunas complicaciones con mi trabajo. 

Cerró la puerta detrás suyo y camino hacia su prometida con los brazos abiertos, dandole un fuerte abrazo y dejando un beso en la punta de su nariz.

—Estaba preocupada por ti Alex, pero ya es media noche y entiendo que te mantienes ocupado, pero debes descansar cariño. -Dijo aquella joven de piel clara y cabello castaño-

Se apartó de ella sonriendo, la tomo entre sus brazos y se la llevó hacia la habitación de ambos.

—Lose, lose y me siento culpable de dejarte sola durante muchas horas, pero recuerda que gracias a este trabajo estamos bien económicamente, además que celebraremos pronto nuestra boda. -La miro de manera dulce-

La recostó sobre la cama lentamente, le quitó las pantuflas y entro a la cama después de retirarse los zapatos. Alex la tomaría de la cintura y la acercaría a su cuerpo, haciendo que ella se acurrucara en su pecho.

—No tienes que preocuparte si me la paso sola en el día, lo único que pido es que regreses a casa más temprano y cenar juntos como solíamos hacerlo antes... -Suspira-  extraño esos momentos, cuando solías contarme sobre tu día, ahora solo llegas cansado o simplemente no lo haces. -Cerro los ojos-

-Acaricio su cabeza lentamente- —Y me siento culpable por eso, pero mi trabajo me consume y sabes que no puedo dejar este, pero te prometo que esos días volverán cariño, quiero tu felicidad y todo esto lo hago por ti, por nuestro futuro.

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—¡Ojala les quedé en claro trabajar bien para mí, un maldito error más y terminarán como esos idiotas!. -Grito fuertemente-

Azoto la puerta, se retiro los guantes de cuero manchados con sangre y se los entrego a uno de los hombres que estaba fuera de la puerta.

—Ya saben que hacer, al igual que el maldito dinero.

—Como usted lo ordene señor, así será.  -Se mantenía cabis baja-

-Miro a este de forma fria- — ¡Los quiero para hoy, así que muevete inútil!. -Lo tomo del saco y lo empujó contra la pared con fuerza-