Con el cabello corto oculto bajo un gorro y su chaqueta gris, entró en la tienda local, recibiendo un saludo familiar de la cajera. Su tono revelaba una rutina compartida. Se detuvo ante el mostrador de bebidas, permitiéndonos captar un vistazo de su rostro afro, parecía un adulto con cara de joven, sus pantalones anchos y su postura confiada, aunque ligeramente inclinada. Mientras se detenía ante el mostrador de bebidas, una melodía suave se filtraba a través de los altavoces, apenas audible sobre el murmullo de los refrigeradores y los diálogos de las personas que hablaban de niños que desaparecieron en escuelas locales de las esquitas, lugares cercanos al bosque. Con su mirada, perdida entre las opciones, no notó cómo la música se desvanecía, dando paso a la voz del locutor que, con una calma forzada, recordaba a los oyentes la importancia de la vigilancia comunitaria, especialmente cerca de las zonas boscosas. No mencionó a los niños, no había necesidad; el mensaje estaba claro en su tono sombrío. La indecisión se reflejaba en sus ojos mientras escaneaba las opciones, hasta que la cajera se acercó con una sonrisa.
—Jhosep, ya terminé turno. ¿Me acompañas a algún lugar?
—Cuando decida qué llevarme de aquí, te sigo.
Ella asintió, su sonrisa se amplió un poco más. Jhosep volvió su atención a las bebidas, su mano se detuvo sobre una botella de cola, pero luego se desplazó hacia una de agua mineral. Finalmente, tomó un jugo de naranja, y con una sonrisa cómplice, se dirigió a la cajera.
—Creo que esto será perfecto —dijo, mientras ella le hacia señas para irse.
Una vez en la calle, el cielo se cernía ominoso sobre la ciudad, con nubes que prometían una tormenta inminente. La gente se movía con una urgencia palpable, sus pasos rápidos resonando en el pavimento. Las madres, con un sexto sentido para el cambio del tiempo, llamaban a sus hijos, presagiando la lluvia que se avecinaba. En algún lugar, una radio mal sintonizada dejaba escapar fragmentos de una noticia sobre niños desaparecidos en un susurro casi imperceptible entre la multitud.
Jhosep y la chica avanzaron, su caminar era un contraste con la prisa de los demás. Sus ojos no se encontraban con los de nadie. Al pasar junto a un grupo de policías, Jhosep notó algo inusual en su comportamiento. Los oficiales intercambiaban miradas cargadas de significado, sus radios chisporroteaban con códigos crípticos que hablaban de operativos prontos a realizarse y zonas de exclusión.
Un teatro se dejó ver a la vuelta de la esquina, una reliquia desgastada por el tiempo pero aún resistente, desafiando los años con su presencia. Un cartel descolorido anunciaba una obra que nunca se estrenó, y en la puerta, un viejo cartel de "se busca" con rostros borrosos que el tiempo parecía haber olvidado.
Al entrar, la chica se convirtió en una flor conocida en un jardín de rostros amigables, saludando con calidez a cada conocido. Jhosep, en cambio, se sentía como una sombra entre la luz, su vestimenta y el tono de su piel lo marcaban como un extraño en aquel lugar de encuentro y memoria.
Avanzaron por un pasillo apenas iluminado, donde cada sombra parecía cobrar vida propia. Al final pararon en un camerino que guardaba las cosas de la chica, esta saco sus cosas, deslizó su mano dentro de un bolso repleto de libros y objetos personales. Jhosep la observó, su mirada reflejando una mezcla de curiosidad.
—Estudias mucho, ¿no? —su voz rompió el silencio con suavidad.
—No tanto, pero me gusta leer —respondió ella, mientras sus dedos danzaban entre las páginas, asegurándose de que nada faltara. Con una sonrisa, añadió—: Todo está aquí, ¿y ahora qué?
Jhosep, ligeramente desconcertado, dejó escapar una sonrisa.
Salieron del teatro camino hacia el parque de skate, el viaje se desarrolló bajo un cielo encapotado, con nubes grises que amenazaban con descargar lluvia en cualquier momento. A pesar de ser solo las 5:00 p. m, la luz del día parecía luchar por filtrarse a través del manto nuboso, dando a la tarde una calidad sombría y opresiva.
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CITY
Mystery / ThrillerCity es una novela de suspenso. Debes ser atento, de lo contrario el sabrá que eres presa fácil. No puedo decir mucho mas, creo que eres lo suficientemente inteligente para descubrirlo por ti solo... cierto?. Nos estaremos encontrando. Recuerda, mi...